martes, 20 de diciembre de 2016
EXTRANJEROS MALAGRADECIDOS...
Desiderátum Apureño.
Por: Oscar Adolfo Alvarado.
Los que son mis contemporáneos y los que me anteceden
generacionalmente si llegásemos a comparar nuestros modos de vida con
las actuales generaciones podríamos asegurar, sin equivocación ninguna,
que las condiciones en las cuales fuimos criados y educados en el llano
apureño, fueron de una época con bastante limitaciones, así como de poco
acceso a bienes y servicios, cosa muy distinta a la actualidad. Sin
embargo, aquel tiempo fue muy pródigo en la trasmisión de valores
humanos por parte de nuestros mayores hacía nosotros, en consecuencia
aprendimos desde muy pequeños a darle significado y validación al
agradecimiento, como práctica de una virtud humana dentro de nuestro
comportamiento cotidiano.
Resulta pues que al obtener del otro un favor, beneficio, socorro,
amparo, protección o defensa, entendíamos de inmediato que la deuda de
gratitud estaba adquirida para con él o los benefactores. Aquello para
nosotros era y es como si a partir de entonces suscribiéramos en nuestra
memoria una especie de documento inexistente pero de enorme estimación e
imborrable, en cuyo contenido estaba el compromiso imperecedero de
retribuir los auxilios con nuestras acciones a otros en el futuro.
Precisamente nuestros viejos cada día hacían hincapié recalcando los
aspectos valorativos de las virtudes que debían acompañar las acciones
del quehacer diario. En este sentido entonces, me atrevo a aseverar que
la sociedad actual de nuestro país, más que una crisis económica, padece
una crisis de valores, que consecuencialmente deriva en la anterior.
Esta afirmación por supuesto encontrará detractores en quienes han sido
formados bajo el criterio de: “resuelve lo tuyo y lo demás no importa”;
es entonces por lo cual quiero destacar el comportamiento actual de un
importante número de extranjeros, particularmente de origen árabe, chino
y colombiano quienes llegados en precarias condiciones a Venezuela, se
llegaron al Apure y allí fueron tratados como coterráneos nuestros, se
les permitió convivir y trabajar entre nosotros, levantaron fortuna y
ahora pretenden tratarnos como sabandijas.
He recibido muchos comentarios de las habladurías de este tipo de
personas, particularmente de los que tienen establecimientos
comerciales, desprestigiando el gentilicio llanero y venezolano,
insultando y degradando con la palabra la llaneridad y la venezolanidad.
Se olvidan ellos que llegaron casi desnudos a estas tierras y fue la
abundancia y la solidaridad llanera y venezolana la que posibilitó su
actual estado de riquezas personales, puesto que sólo su trabajo y
esfuerzo propio no fue la determinante para lograrlo, pues de haber sido
así entonces debemos preguntarles: ¿Y porque no se quedaron a trabajar,
producir y enriquecerse en su propio país?
Podrán todos ellos darnos cualquier respuesta argumentativa a su
favor, pero ninguna tendrá la justificación para negar que se vinieron a
Venezuela porque estaban entre sufrimientos, carencias y privaciones en
su tierra natal y se vinieron a la tierra del abundante petróleo
buscando mejorar su vida. Nadie quien viva en excelentes condiciones y
pretenda estabilizar su existencia humana se va a salir de su casa para
irse a casas ajenas, pasando penurias, por simplemente andar buscando
aventuras. Eso se lo harán creer solamente a un idiota.
Obviamente que para no dejar dudas debo declarar mi rechazo al
chauvinismo y la xenofobia, además apuntar que este comportamiento
malagradecido no es imputable a todos los extranjeros, porque aquí hay
muchas personas y familias enteras de origen foráneo a quienes
reconocemos como virtuosos ciudadanos y defensores férreos de la
venezolanidad, tal cual como si toda su existencia fuese originaria de
estas tierras. Con ellos, entre los cuales tenemos muy estimados amigos,
compartimos la alegría cuando logramos los éxitos y también la tristeza
o el dolor cuando la desgracia o el fracaso nos golpea.
En consecuencia, con nuestro trabajo de opinión lo que pretendemos
es llamar la atención sobre esta actitud de muchos comerciantes
extranjeros en Apure hoy día, quienes casi cada 24 horas le suben el
precio a los productos justificándose en que el Dólar subió, sin
embargo, cuando el dólar bajó no le bajaron el precio a lo que habían
aumentado. Entonces cuando el cliente demandante del producto reclama el
exagerado precio aumentado con porcentajes siderales, recibe por
respuesta un insulto contra todo lo que significa el Apure y Venezuela.
Convoco entonces a la defensa de nuestro gentilicio, a darle
respuestas contundentes a quienes pretenden tratarnos como perros
callejeros dentro de nuestra propia casa y para ello pongo estos
argumentos: En el caso de los árabes, de cualquier nacionalidad, si es
verdad que en sus tierras de origen se vive mejor y están más
desarrollados hoy día, bueno que esperan para regresarse a vivir felices
entre bombas y balas, además de la caterva de locos suicidas que viven
implosionandose para ir a conocer que ¡Alá es grande! En el caso de los
Chinos, groseros por demás, que se regresen a tan lejana distancia a
compartir su alto desarrollo industrial pero con tan estrictas normas,
donde incluso hasta la cantidad de hijos está regulada. Y en el caso de
los vecinos neogranadinos que andan poseídos por el espíritu de
Santander, despotricando de nosotros, debieron quedarse a disfrutar el
más de medio siglo de plomo parejo, acompañado de horripilantes
asesinatos en su país, que apenas ahora parece amainar con el acuerdo de
paz entre las FARC y el gobierno de ese país.
Insisto, no odio ni detesto a ninguna persona porque simplemente sea
originario de otras latitudes ubicadas fuera de los límites fronterizos
de Venezuela, al contrario soy defensor y convencido pleno de la
importancia del intercambio entre las culturas diferentes, pero nuestra
defensa y convencimiento tiene una determinante que regula la actitud
hacia todos ellos, esa es la del respeto y el agradecimiento hacia las
expresiones solidaridad internacionalista que les hemos dado. Si algunos
de ellos no nos respeta y no agradece al gentilicio llanero y
venezolano, entonces les respondemos sin ningún ambages: ¡Váyanse de
nuestra casa…! (Santa Rosa, Biruaca, Estado Apure, 15/12/2016).
⃰Profesor Universitario, Legislador del Estado Apure.
jueves, 1 de diciembre de 2016
“El Fidel que Yo Conocí”...
Por: Oscar Adolfo Alvarado.⃰
Jamás en mi vida pude
observar ni siquiera de lejos al Comandante Fidel Castro en persona, aunque él
visitó varias veces nuestro país Venezuela. Sin embargo, puedo asegurar que lo
conocí siendo yo muy joven, cuando ingresé a los 14 años de edad en la Juventud
Comunista de Venezuela. Lo hice leyendo sus discursos transcritos o sus
artículos de opinión sobre temas de interés universal, o bien mirándolo u
oyéndolo, por televisión o radio, de ese modo entonces llegué a conocerlo y
también a compartir muchas de sus inquietudes a favor de las causas sociales por
las cuales luchan millones de seres humanos, los pobres del mundo. Conociéndolo
asumí como propia la convicción que él expresó el 5 de Diciembre de 1988, al
decir: “Quien no sea capaz de luchar por
otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo.”
Segura y obviamente que así
como yo manifiesto mi admiración por Fidel Castro, otros exteriorizarán su rechazo
y un grupo más reducido, principalmente los desalmados, tal y como los de
Miami, hasta celebran la muerte física del Líder latinoamericano de
nacionalidad cubana. Caso similar sucedió con Hugo Chávez en Venezuela y la
misma gente celebraba en tierras norteamericanas. Pero quienes abrazamos las
luchas populares valoramos en ambos personajes, las importantes e innegables
conquistas por el bienestar e inclusión social de quienes durante mucho tiempo
fueron los parias en sus propias tierras. Sin duda que al ponderar sus éxitos
estamos conscientes que, siendo humanos, también cometieron errores y por ello
acogemos en este momento lo que José Martí señalaba sobre los próceres de
nuestra Independencia, principalmente sobre Simón Bolívar: “Se les deben perdonar sus errores, porque el
bien que hicieron fue más que sus faltas. Los hombres no pueden ser más
perfectos que el Sol. El Sol quema con la misma luz con que calienta. El Sol
tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas, los agradecidos
hablan de la luz.”
Habría que ser muy mezquinos
para negar una realidad que la inmensa mayoría del mundo reconoce sobre los
importantes y significativos avances y logros inauditos conquistados por el
pueblo cubano bajo la dirección y gran liderazgo del Comandante Fidel Castro
Ruz, por solo nombrar Dos flagelos que agobian a casi la totalidad del planeta
y en Cuba son inexistentes, cito el caso de la desnutrición infantil y el
consumo o tráfico de drogas. A ello podemos agregar los avances en materia de
salud, educación y deporte, todos conquistados con resistencia, voluntad,
esfuerzo y tesón propio, por la población de una pequeña isla llena de
dificultades y carencias, causadas por los efectos y bajo el asedio de un
bloqueo criminal que sobrepasa los 50 años de duración. Ese resultado
comprobado y reconocido por la Organización de las Naciones Unidas fue
materializado por la singular y gran cualidad dirigente del Comandante Fidel.
A una enorme distancia del
territorio y pueblo de esa Cuba que nunca he visitado pero que admiro por su
indoblegable ejemplo de resistencia y progreso propio, siento como ellos la
lamentable pérdida de ese gran guía revolucionario, conservo en mis
pensamientos lo que Fidel escribió a la 1:32 am del día de su cumpleaños 89, el
13 de Agosto de 2015, en el artículo titulado: La Realidad y los Sueños, donde
dijo:
“…no dejaremos nunca de luchar por la paz y el bienestar de todos los
seres humanos, con independencia del color de la piel y el país de origen de
cada habitante del planeta, así como por el derecho pleno de todos a poseer o
no una creencia religiosa. (…) La igualdad de todos los ciudadanos a la
salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la
ciencia, y al bienestar, es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando
iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e
igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos; los que
por comulgar en todo o en parte con las mismas ideas, o muy superiores pero en
la misma dirección, les doy las gracias, queridos compatriotas.”
jueves, 17 de noviembre de 2016
“Las palabras de Gallegos 68 Años después”...
Desiderátum Apureño.
Por: Oscar Adolfo Alvarado.
Para muchos ciudadanos existe el concepto, o la creencia más bien,
que la historia de la humanidad es una especie de noria gigantesca cuyo
perenne girar va mostrando eventos o hechos que se repiten tercamente
una y otra vez, por el dictamen del arcano del tiempo. Otros la
consideran la consecuencia de eventualidades o sucesos fortuitos,
imprevistos o casuales donde ningún mortal puede incidir para modificar
su curso y mucho menos decidir el sendero por donde ella debe hacer
transitar la existencia humana; sin embargo, para quienes la asumimos
como ciencia, la historia es una hechura exclusivamente humana que nos
muestra y permite estudiar y comprender profundamente el pasado, permite
entender el presente y posibilita tomar decisiones con miras al
porvenir. Es por tanto, que los apasionados por la historia tratamos de
difundirla en las nuevas generaciones para contribuir con acierto a
ilustrarlas, así ellos mismos pueden utilizar su lumbre para tener
criterios propios sobre los acontecimientos contemporáneos en la
sociedad que forman.
Pues bien, este 24 de Noviembre 2016 se cumplen 68 años del
derrocamiento del Presidente venezolano Rómulo Gallegos, quien había
salido victorioso en las elecciones del 14 de Diciembre de 1947, las
primeras realizadas de forma universal, directa y secreta, con la
participación de hombres y mujeres, letrados y analfabetos, sin
distinciones ni exclusiones de índole social, donde además se eligieron
también Senadores y Diputados. Duró entonces muy poco Rómulo Gallegos en
el mandato presidencial y fue cortísima la experiencia civilista de la
democracia venezolana, asediada por conspiraciones y golpes
militaristas, pues ya venía de varias experiencias negativas, siendo la
del 18 de Octubre de 1945, contra el Presidente Medina Angarita, la más
reciente.
De ese derrocamiento deviene otra larga noche de opresión contra el
pueblo, pues los de los Tres integrantes de la Junta Militar de Gobierno
instalada el 26 de Noviembre de 1948, formada por los Tenientes
Coroneles Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe
Llovera Páez, es Marcos Pérez Jiménez quien pasa a dirigir la Defensa
Militar del país y luego se convertiría en Dictador hasta ser derrocado
el 23 de Enero de 1958.
Los intríngulis del Golpe de 1948 han sido explicados con bastante
descripción en diversos trabajos de investigación, algunos como es obvio
marcando tendencias o tratando de justificar hechos bochornosos, tales
como la conducta zigzagueante y ambivalente de Rómulo Betancourt, al
punto que algunos llegan a decir con sobradas razones que: “Los
militares del 45 que cohabitaron con los civiles en el derrocamiento de
Isaías Medina Angarita. Ahora- arrebataban el Poder democrático al
primer Venezolano electo, por votación, directa, universal y secreta.”
Sin embargo, es el propio Rómulo Gallegos quien mejor ilustra los
hechos, en el mensaje al pueblo venezolano luego de ser derrocado. Entre
muchas palabras dice lo siguiente:
“…
al dejar el territorio de la Patria no quiero dirigirme al pueblo en
formas altisonantes de alocuciones para pedirles sacrificios en la
defensa del derecho que se le acaba de arrebatar, sino para invitarlo a
reflexionar sobre el verdadero sentido del acontecimiento que se acaba
de producirse, porque es un dramático momento de su historia, este que
atraviesa Venezuela.” Más adelante explica sus criterios sobre la
conducta de los militares en diatriba con los civiles, para entonces
asegurar: “Paralelo a ese antagonismo entre el poder civil y el poderío
militar que tiene en Venezuela carácter histórico, venía desarrollándose
y acentuándose el que se planteaba entre los tenedores de las fuerzas
económicas más poderosas del país y la política de democratización de la
riqueza y de justa remuneración del trabajo que por medio de créditos
fáciles y baratos, en auxilio del pequeño industrial, del campesino y
del obrero necesitado de vivienda propia, mediante una justa aplicación
de la Ley del Trabajo amparadora de las legítimas reivindicaciones
obreras, iba firmemente adelantado mi Gobierno Constitucional.”
En esas palabras gallegos define como el interés económico de los
grupos se sobreponía al interés colectivo del pueblo, es por tanto que
puntualiza como para no dejar dudas lo siguiente: “Poderosas fuerzas
económicas las del capital venezolano sin sensibilidad social y, acaso
también las del extranjero explotador de la riqueza de nuestro subsuelo
del cual no era dable esperar que aceptase de buen grado las
limitaciones que les hemos impuesto en justa defensa del bienestar
colectivo con el aumento de sus tributaciones al fisco nacional y con la
determinación de no continuar prodigando nuevas concesiones petroleras
que han de ser reservas de la riqueza del porvenir de Venezuela, han
sido ellas- no vacilo en denunciarlas, repito- las que han inflado la
gana tradicional de poderío que alimentaban los autores del golpe
militar hoy victorioso.”
Como podemos notar en esas aseveraciones del propio protagonista
afectado, las circunstancias en la intención de los poderosos para
controlar el poder político en provecho de las minorías tiene sus
particularidades comunes ayer y hoy; veamos las palabras de Gallegos,
militante de aquella Acción Democrática, no del Partido Comunista, decía
él:
“Pero
hoy todavía algo más que Venezuela o Hispanoamérica entera deben saber.
Aquí ha ocurrido un acto más de la tragedia que en nuestra América
viene ya produciendo la democracia. ¿Quién maneja esta máquina de
opresión que ya se ha puesto en marcha sobre nuestro continente? ¿Qué
significa la presencia constatada por personas que me merecen fe
absoluta de un agregado militar de embajada de potencia extranjera en
ajetreos de cooperador y consejero en uno de los cuarteles de Caracas
mientras se estaba desarrollando la insurrección militar contra el
Gobierno Constitucional y de puro legítimo origen popular que yo
presidía?” y casi al concluir su mensaje asevera tácitamente:
“No
ha sido, pues, tal insurrección un accidente de nuestra vida política,
de suyo propicia a las conmociones de este género, sino un síntoma más
sobre la América de nuestra lengua y de nuestro espíritu, de algún
propósito prepotente de impedir que nuestros pueblos afirmen su esencial
característica democrática y desarrollen libremente su riqueza para
obtener su independencia económica, a fin de que no puedan decidir su
propia suerte histórica como pueblos soberanos.”
Hasta aquí dejamos el trabajo, pues ya excedimos el espacio, pero
invitamos a los jóvenes particularmente para que se adentren aunque sea
un poquito en la lectura y el estudio de ese hecho histórico que sin
duda les permitirá dilucidar circunstancias actuales que tienen el mismo
origen y las mismas intenciones. (Santa Rosa, Biruaca, 24/11/2016),
“Jaculatorias Belicistas”...
Desiderátum Apureño.
Por:
Oscar
Adolfo Alvarado.
Según los entendidos
en materia religiosa hay un conjunto de pecados capitales en el catolicismo,
entre tales aparece la ira, que según referencias conceptuales disponibles en
la Web se le describe: “como un
sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enfado.” Agregando además
que: dicho pecado o sentimiento “puede
manifestarse como una negación vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y
hacia uno mismo, impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de
venganza fuera del trabajo del sistema judicial (llevando a hacer justicia por
sus propias manos)”; por otra parte la Ira conduce al “fanatismo en creencias políticas y religiosas, generalmente deseando
hacer mal a otros.” Concluye la reseña expresando que la “definición
moderna también incluiría odio e intolerancia hacia otros por razones como raza
o religión, (…). Las transgresiones derivadas de la ira están entre las más
serias, incluyendo homicidio, asalto, discriminación y en casos extremos,
genocidio.”
Entonces tenemos que la ira es para un
religioso un pecado capital, algo muy serio dirían nuestros abuelos; otros casi
lo califican como pecado imperdonable, aunque por otro lado algunos aseguran que
con una manifestación de arrepentimiento se puede perdonar hasta el genocidio
de Hitler y con tal acción ya el mundano pasa a transformarse en un siervo con
boleto ganado hacia la vida eterna en el huerto del Edén, que según dicen es
muy acogedor. Sin embargo, como en las agrupaciones religiosas existe la
jerarquía tenemos por entendido que los dirigentes de mayor grado, experiencia
y conocimiento están llamados a ser ejemplo para los cófrades principiantes,
novicios o más bisoños dentro la respectiva hermandad.
En el caso de la hermandad católica de
Venezuela hace ya bastante tiempo que parte de su jerarquía parecieran estar
poseídos por la ira y en consecuencia su comportamiento se ha traducido en el
concepto que Dante decía sobre tal
conducta: «amor por la justicia pervertido a venganza y resentimiento». Eso
precisamente es lo que denotamos en las declaraciones del director del
Departamento de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de
Venezuela, el clérigo Pedro Pablo Aguilar, quien en un tono casi que anhelante
señaló la posibilidad de una guerra civil en Venezuela si la mesa de diálogo no
avanza.
En particular no veríamos ningún problema
en que cualquier venezolano, sea creyente o escéptico, advierta sobre la
posibilidad de una confrontación fratricida en nuestra sociedad, eso lo hemos
dicho en muchas oportunidades y no constituye pecado para los religiosos, ni
delito para los incrédulos, pero resulta que si bien la palabra expresada
compromete a quien la pronuncia, la situación se torna más compleja con se
“aliña” con tonos y contextos valorativos que se materializan en opiniones
acusatorias, inquisidoras y tendenciosas, tal y como lo señaló el abate de
marras. Se denotaba en él que estaba muy molesto, iracundo y casi que con la
palabra aquella que termina en “…chera”, con la cual Capriles Radonsky llamó a
la gente a la calle hace cierto tiempo, generando consecuencias mortales.
Esta situación obviamente crea
preocupación en quienes andamos en la senda de promover la Paz y la concordia
entre los venezolanos, pues estamos conscientes que aquí hay espacios para
todos y que ninguno de nosotros puede presuponer que los demás terrícolas deben
pensar y actuar exactamente igual a nuestras ideas y conductas; eso es
absolutamente ridículo y solo aceptable para los obtusos y pánfilos. Así como
tampoco creemos que los católicos ante la actual situación del país pretendan
interpretar literalmente el Deuteronomio 20.16–17: “en las ciudades de los pueblos que el Señor tu Dios te da como
herencia, no dejarás nada con vida. 17 Exterminarás del todo a hititas,
amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, tal como el Señor tu Dios te
lo ha mandado.” y como consecuencia llevarían tal mandato bíblico a la
realidad del inmediato futuro contra los “chaveseos, revolucionaseos,
comunisteos” o más genéricamente “compatrioteos”.
Es por tanto entonces que, con el respeto
y aprecio que tenemos hacia quienes tienen sus creencias católicas, sean
practicantes o no, recomendamos que se hagan una lectura de la encíclica papal
“Pacem
in terris (Paz en la Tierra) que es la última de las Ocho redactadas
por Juan
XXIII, publicada el 11 de abril de1963,” la cual “era una especie de llamamiento del sumo pontífice a todos los seres
humanos y todas las naciones para luchar juntos en la consecución de la paz en
medio del clima hostil generado por la Guerra Fría.” Su contenido de unas
30 páginas resulta muy interesante para el debate de las ideas en la realidad
actual nuestro venezolana, quizá la comentaré completa en otro trabajo, pero
insisto en la recomendación de su lectura por parte de los católicos,
salvaguardando –claro está- los contextos de tiempo y espacio, pues aunque no
soy seguidor de religión alguna, asumo hoy las palabras que Nikita Kruschev,
primer ministro de la Unión Soviética de aquel momento histórico, quien declaró
en una entrevista sobre la publicación de esa Encíclica: “Nosotros los comunistas no aceptamos ninguna concepción religiosa. Pero
al mismo tiempo somos de los que creen que es necesario que se unan todas las
fuerzas para salvaguardar la paz.”
jueves, 3 de noviembre de 2016
Diálogo Beligerante
Desiderátum Apureño
Por: Oscar Adolfo Alvarado
Ya los
venezolanos y mucha dente del resto del mundo se ha enterado del inicio del
diálogo entre los representantes de la oposición de derecha agrupados en la MUD
y los representantes del Gobierno Bolivariano Venezolano, en la noche del
pasado Domingo 30 de Octubre y hasta casi el amanecer del día Lunes 31. Del tal
reunión no se conocen los detalles, pues de acuerdo a las experiencias pasadas
se aconseja mucha cautela y que los actores participantes mantengan, por los
momentos, en reserva las particularidades de los asuntos controvertidos en la
tertulia trasnochadora.
Lo que si es
cierto y muy aceptado por la gran mayoría de los venenzolanos, es que con el
inicio del conversatorio la tirantez o tensión bajó un poquito la “temperatura
febril” en los seguidores en los Dos polos contrapuestos; aunque los más
radicales insisten en seguir hachando sobre los troncos de la inquina para
sacar astillas de leña con las cuales atizar el fogón del conflicto. Sin embargo,
el segundo resultado, además de la baja de fiebre, es que por los momentos se
suspendieron las amenzasas de irle a entregar la carta de despido al Presidente
de la República, cosa que por cierto fue casi una declaración de guerra, pues
de sólo recordar los episodios en Abril de 2002, no imaginamos la respuesta de
la multitud apostada alrededor de Miraflores ante otro intento de golpe de
estado, esta vez personificado en la mayoría que ocupa el parlamento nacional.
Pero resulta
que ahora en las 72 horas posteriores al término de la primera reunión,
comienzan otra vez las expresiones beligerantes, las amenazas, el intento de chantaje
y hasta el ultimátum por parte del gobernador de Miranda en dar plazo hasta el
11 del presente mes; y, del presidente del parlamento estableciendo 10 o 12
días máximo para que se resuelvan las totales exigencias de la oposición, por
cierto éste último personaje tiene la desfachatez de acusar al Presidente
Maduro de utilizar un destemplado e impropio lenguaje, lo cual nos pone a
pensar sobre si el Diputado Ramos le han comenzado manifestaciones de Alzheimer,
particularmente por aquellas expresiones suyas sobre los militantes lechuguinos,
petimetres, mariposones, mariposones y ultramontanos de Primero Justicia.
Ahora
bien, es necesario estar conscientes que todas estas cosas que suceden y
seguramente van a seguir ocurriendo, forman parte de la diatriba política
común en cualquier parte del mundo, sólo
que en el caso de venezolano, la diatriba política tiene un interesado origen y
financiamiento foráneo, donde una entente de empresas multinacionales ha
estlablecido la meta de reapropiarse del inmenso potencial de hidrocarburos y
otros recursos venezolanos, por lo que ha tarifado entre sus costos de
inversión, los dólares que le entregan a la ultraderecha en este país. En consecuencia,
el diálogo es un obstáculo para el logro
de sus metas establecidas y por tanto,
como son los que pagan, ordenan la actitud beligerante hasta para con el propio
Jorge Bergoglio, en funciones de líder de la religión católica.
Si la
actitud de los dirigentes de oposición, ante una posibilidad de diálogo, fuese
realmente representativa de la inmensa mayoría de sus militantes de base,
quienes al igual que los militantes del gobierno sufren los rigores de las
dificultades y carencias por la situación nacional, entonces deberían actuar en
correspondencia a las expectativas de su gente por lo siguiente:
1ero. Un diálogo es también una discusión, debate,
intercambio o contacto que surge, se realiza o hace con la finalidad, objetivo
o propósito de lograr un acuerdo. En consecuencia es un error garrafal asumir
el diálogo como el espacio donde se confronta el adversario para hacerlo
claudicar. Eso en política no es posible porque la claudicación es la derrota
con su pesada carga de vergüenza y es obvio que quienes tienen el poder
político no lo van entregar sin dar la pelea, entendida está en los naturales
espacios democráticos, y si llegase el adversario a salirse de ello,
logicamente tendrá respuestas recíprocas y quizás más contundentes.
2do. Dentro de lo que se denomina MUD existen muchos
desencuentros porque allí no se logran consensuar las aspiraciones o intereses
de los diversos grupos que la conforman, esto ha profundizado sus divergencias
y solamente Cuatro Organizaciones imponen sus criterios, pero a la vez entre
ellas recelan enormemente y tal situación ha derivado en acciones erróneas y
ejecutorias anarquistas, cuyo fracaso produjo efectos frustrantes en sus
militantes y enervó conductas en los más radicales o violentos.
3ero. Las grandes mayorías que sufren los rigores exigen
que ante el conflicto actual los dirigentes no asuman una conducta
controversial, sino más bien que acepten el diálogo con una actitud
colaborativa, es decir, que el diálogo implique negociación política y
cooperación mutua donde los adversarios políticos coloquen en primer término el
interés nacional, lo cual implica el imperativo de que ambos tienen que cederen sus posiciones para que ambos
también ganen y en consecuencia gana el país.
En conclusión,
pues el espacio no permite profundizaciones teóricas, nuestra modesta opinión a
recoger las inquietudes colectivas provenientes de distintas tendencias que se
expresan en la calle, es que la mayor parte de la gente común y sensata (pues
trato de eludir los extremistas) desea que prime la tolerancia mediante el
respeto al otro y la avloración de las diferencias de pensamiento; que construyamos
mejores relaciones de coexistencia política pacífica; que la inteligencia se
eleve sobre la testarudez y dearrollemos más idóneas capacidades para encontrar
resoluciones para problemas comunes; y que sigamos los caminos de la reflexión
y la creatividad para encontrar vías de intercambio interpersonales en medio de
la adversidad de ideas y opiniones políticas. Porque en definitiva aunque soy
un escéptico religioso comparto la frase de Juan XXIII, al decir: “La
justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la
Paz pero puede perderse todo con la guerra.” (Santa Rosa, Biruaca,
02/11/2016). Desideratum_apure@yahoo.com
viernes, 28 de octubre de 2016
Sánchez Olivo y la Querencia Apureña.
Desiderátum Apureño.
Por:
Oscar
Adolfo Alvarado.
El 21 de Octubre del año 1909 fue el día
de nacimiento de Julio Cesar Sánchez Olivo en las proximidades de Guachara,
Municipio Achaguas del Estado Apure; zona geográfica conocida en nuestro llano
como Cajón del Arauca. Este apureño fue muy conocido entre nosotros por su
característica forma de expresar, divulgar y defender la raigambre llanera y
mostrar siempre en el trato cotidiano una afable conducta y singular modestia.
Desde muy pequeño las dificultades
marcaron la existencia de Julio Cesar, pues quedó huérfano del padre a los
Cuatro años, debiendo su madre ocupar la doble función, además de ser quien le
enseñó las primeras letras y lo guió para su posterior formación
intelectual autodidacta, tal y como el
mismo llegó a referirlo en varios de sus programas radiales y entrevistas
concedidas. Así mismo tuvo la formación propia del habitante de estos espacios:
las faenas difíciles en medios agrestes, la simbiosis entre las rudas
condiciones de trabajo durante el verano que calcina y el invierno que ahoga, entre
la doma del animal montaraz y el ordeño del dócil rebaño, como también entre la
canta recia y la poesía vivificante. En fin se forjó en la fragua indómita para
templarse como un llanero integral.
Pero hablar de Julio Cesar Sánchez Olivo y
quedarse solamente en la relatoría de los aspectos biográficos, sin apuntalar
su quehacer, es quedarse en la precariedad de las apreciaciones insubstanciales
y en las limitaciones de lo superficial. Es preciso destacar que este hombre
venido de lo profundo del cajón araucano se destacó desde muy joven en
funciones administrativas, articulista de prensa, promotor de organizaciones de
productores de ganado e incursionó en la política en 1938, durante el Gobierno
del entonces Presidente del Estado Apure, Alejandro Rivas Vásquez, siendo su
Secretario General. Posteriormente continua en los espacios de opinión
política, llegando a ser detenido y para 1944 ingresaba al partido Acción
Democrática, cumpliendo funciones de Secretario General de Gobierno en varias
oportunidades, hasta ser Diputado por Apure ante la Asamblea Nacional
Constituyente en 1946.
No se salvó Sánchez Olivo de los rigores
del gobierno de 1950, pues duró Tres meses preso y luego expulsado de su tierra
fue hacia Valle de la Pascua, retornando en 1958 y resultando electo Senador
por Apure para el período 1959-1964. Todo su quehacer partidista lo dedicó a
promover acciones de gobierno a favor de Apure y su gente, es decir, se puede
asegurar que fue un parlamentario que representó dignamente al electorado que
lo eligió.
El apego al terruño retornó a este apureño
para radicarse nuevamente en su llano y dedicarse a diversas actividades, destacándose
principalmente a la divulgativa sobre la llaneridad en la radio, con su
programa “El Apure de Ayer, de Hoy y de Siempre”, el cual se iniciaba
con la siguiente presentación, grabada en su propia voz: “¡Joven apureño,
quiere mucho a tu tierra, que es muy buena! Enaltécela, siéndole útil y
ejecutando buenas acciones que dan brillo al nombre de ella y al tuyo propio. Y
tú, aún cuando has nacido en otro lugar de la República o has venido desde
lejanos países, pero que estás aquí con nosotros ganándote honestamente el pan
para ti y los tuyos, quiere también mucho esta tierra, que de tanto quererla
será tan tuya como de nosotros, y te sentirás un apureño más y para nosotros
serás nuestro hermano. Unámonos todos para luchar, de buena fe y terca constancia,
porque este Apure nuestro sea tan prospero y feliz como él se lo merece y como
todos nosotros queremos que sea.”
En esa presentación se demuestra
condensada con extraordinaria capacidad de síntesis la querencia por Apure que
Sánchez Olivo cultivó durante toda su existencia vital y que nos dejó para la
posteridad en sus obras escritas o las que por allí se contienen en archivos de
audio, tanto como en las iniciativas literarias que llevaron la rúbrica de su
pasión y devoción llanera, por ejemplo; la creación de la Oficina del Cronista
de Apure y la Biblioteca de Autores y Temas apureños, ésta última por un Decreto
del Gobernador Elías Castro correa, el 27 de Enero de 1977. Todos estos
quehaceres lo calificaron para ser reconocido en 1982 por la Academia
Venezolana de la Lengua como Miembro
Correspondiente por el Estado Apure y para 1986 igualmente por la Academia
Nacional de la Historia, además de las menciones y reconocimientos honoríficos
de la UNESR en 1986, junto con la denominación de su nombre para varias
Bibliotecas en este Estado.
En conclusión, si de querencia por Apure
queremos hablar, en la obra vital de Julio Cesar Sánchez Olivo debemos buscar,
sea en prosa o sea en verso, de seguro mucho vamos a encontrar… tanto como para
asegurar con un fragmento del poema “AQUÍ ESTOY LLANURA MÍA”. Escrito en Valle
de la Pascua, 28/12/54. Lo siguiente:
“Aquí
estoy, llanura mía,
como
siempre, siendo el mismo,
cantando
golpes llaneros
sin
ponerles más aliños
que la
pimienta del alma
de un
llanero bien nacido.
Soy
hermano del mastranto
del Turpial
y del Cubiro,
me basta
mi propio aroma
y también
mi propio trino.
Si yo
tengo algún valor
es porque
nació conmigo,
mi calidad
no la cambio
ni por el
oro más fino,
para mí lo
más que vale
es ser del
llano un buen hijo.
lunes, 10 de octubre de 2016
“El Yagual”; donde la Valentía se hizo Epopeya.
Por: Oscar
Adolfo Alvarado.
El General José Antonio Páez,
quien fue el líder militar más brillante en los Llanos Venezolanos durante la
Guerra de Independencia, afirma en su Autobiografía, con sobrados argumentos,
lo siguiente: “La suerte de la República se jugó en los llanos del Apure en la acciones
de ‘Mata de la Miel’, ‘El Yagual’, ‘Mucuritas’, y la campaña de 1819 contra
Morillo; doloroso es ver que así no lo hayan entendido los que han escrito la
historia de nuestra independencia” Sin embargo, mucho tiempo después
los historiadores dieron la razón a lo expresado por el Catire Páez, por lo
cual estimamos que en el presente no deberían existir dudas del determinante y
valeroso aporte que los Bravos del Apure hicieron, con sacrificios incluidos,
para el logro de la emancipación venezolana, así como de otro conjunto de
naciones hermanas. Precisamente Miguel Acosta Saignes (Uno de los más
destacados estudiosos de la vida de Simón Bolívar y todo ese período de
epopeyas) en su Obra. Bolívar, Acción y Utopía del Hombre de las
Dificultades; escribe sobre los llaneros lo siguiente:
“La mayoría de los historiadores han tratado como
curiosidad al llanero e incluyen una que otra descripción realizada por
venezolanos o extranjeros como si se tratase de ilustraciones de la postal de
la Independencia. (…) es indispensable conocer el llano y los llaneros para
comprender el proceso de liberación. Allí no se trató de un grupo pintoresco.
Fue todo un pueblo de cultura pastoral quien batió en las llanuras a los
ejércitos europeos de Morillo, vencedores de las mejores tropas de Napoleón. No
es posible comprender a Bolívar, ni a ninguno de los grandes conductores, si no
se conoce a los hombres que hicieron posible la actuación de los dirigentes.
Sin estos llaneros desnudos, titulados por los extranjeros como de aspecto
feroz, seres de un mundo inconcebible en el Viejo Continente, no se habría
producido la derrota de los colonialistas españoles.”
Y
es que ciertamente la Batalla librada en el Hato “El Yagual” -08 de
Octubre de 1816- se destaca entre las magníficas proezas de los Bravos de Apure,
comandados por José Antonio Páez, durante el proceso emancipador. Fue aquel
hecho uno de los episodios donde la valentía se convirtió en epopeya y los
hombres llaneros trasmutaron a héroes. Sería precisamente esa intrepidez de
nuestros ancestros lo que hizo decir al General Páez que:
“Los Apureños mostraron siempre
en los campos de batalla todo el denuedo del Cosaco, la intrepidez del árabe
del desierto, y en sus virtudes cívicas el desprendimiento de los espartanos.
Ellos habían puesto a disposición de la causa patriota sus haciendas, y
consagrado a su triunfo su valor indomable, pues en los territorios que baña el
Apure, el número de los héroes se contaba por el de sus habitantes. ¡Qué
buenos, que bravos eran!”
Efectivamente la Batalla en el Hato “El
Yagual” fue una gran proeza, porque los Bravos de Apure, que venían moviéndose
desde “La Trinidad de Orichuna”, donde el 16 de Septiembre desconocieron a
Santander como superior, y mediante la designación de una nueva Junta habían escogido
al Teniente Coronel José Antonio Páez como Jefe Supremo del Ejército de Apure, ascendiéndolo
de inmediato a General de Brigada, con lo cual quedaron subordinados a su
comando los Generales: Rafael Urdaneta
(venezolano), Manuel Roergas de Serviez (Francés) y el Coronel Francisco de
Paula Santander (neogranadino); estaban integrados por 700 hombres organizados en
Tres Escuadrones a las órdenes de los Tres antes nombrados, se enfrentaron a
las fuerzas realistas integradas con 600 infantes y 1.700 jinetes, al mando del
Coronel Francisco López.
La victoria de aquella
memorable jornada abrió todas las oportunidades para que el Ejército de los
Bravos del Apure se fortaleciera y continuara sus operaciones triunfantes en el
Bajo Apure, con lo cual se establece un teatro de operaciones militares a favor
de la causa independentista en todo el Apure infinito, de hecho esta región se
constituye en la fortaleza más infranqueable para el Ejército Español, al punto
que José Antonio Páez lo señaló en su autobiografía con las siguientes palabras:
“No
cometo exageración en decir que si las tropas de Morillo hubiesen batido a las
Fuerzas de Apure, habría sido un golpe mortal para la causa patriota.”
Esta realidad palmaria se corroboraría con los años siguientes en muchas
acciones victoriosas de la guerra de independencia, entre las cuales destacan: “Mucuritas”
(28/01/1817), “Toma de las Flecheras” (06/02/1818), “Queseras
del Medio” (02/04/1819) y después la gloria columbra la historia de los
Llaneros inmortalizándolos en el Campo de Carabobo el 24 de Junio de 1821.
Tanta importancia tuvieron los Llaneros en
el Ejército Libertador que el propio Pablo Morillo, lo reconocía de la
siguiente forma: “Todo se debe a los
rebeldes de Venezuela, son estos como fieras cuando pelean en su territorio, y
si llegan a tener jefes hábiles, será menester el transcurso de muchos años
para subyugarlos, y aún así no podrá lograrse el objeto sino a costa de mucha
sangre y considerables sumas de dinero.”(5) Por tanto la historia, que
recoge el inefable dictamen del tiempo, nos coloca a los apureños en la cúspide
de la gloria, lo cual debe ser un patrimonio inmarcesible que amerita ser
revalorizado en el presente y proyectado entre nuestras nuevas generaciones con
visión de futuro, a objeto de continuar las luchas necesarias para enfrentar
las amenazas neocolonialistas, las que emergen desde otros centros de poder
imperial con empeños de dominio y
opresión.
Así pues que a 200 años de aquella gesta inmortal
en el Hato El Yagual, el concepto acerca del
llanero expuesto por el escritor venezolano Don Rómulo Gallegos, sigue
siendo una referencia: “...Y
vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor,
indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior,
indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer
voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio; en sus conversaciones,
malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y
melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo.
Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas
nuevas."
(Biruaca, 04 de Octubre de 2016.)
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