Desiderátum Apureño.
Oscar
Adolfo Alvarado.
El insigne literato venezolano, Rómulo Gallegos, entre sus tantos
escritos sobre el llano decía: “Llanura venezolana,
propicia para el esfuerzo, como lo fue para la hazaña, tierra de horizontes
abiertos donde una raza buena ama, sufre y espera”. Por su parte Luís Alberto
Crespo, cautivado por el llano apureño afirmaba que: “No basta nacer en la Llanura. Es que no se nace en la llanura. Uno nace
llanura. Viene de ella o va hacia ella. Llamémosla destino para mejor
contemplar su abismo tendido. Para mejor sentirnos”. Pues bien, si el
espacio lo permitiera pudiéramos citar muchísimas frases similares, porque
precisamente nuestra tierra llana tiene ese encanto que atrae y cautiva a todo
aquel que llega desde otras latitudes y también para los que aquí nacimos
apreciando lo propio con la pasión del sentido de pertenencia e identidad
regional.
En cuanto a los llaneros o la gente del llano, no menores han sido los
halagos y reconocimientos, incluso desde su Excelencia El Libertador Simón
Bolívar, hasta los distintos y connotados historiadores han expresado honores y
distinciones a los hijos de esta pampa infinita y libertaria; las epopeyas aquí
sucedidas han sido objeto de estudios, elogios y glorificaciones; las Batallas
durante la guerra de independencia son referencia obligatoria en las escuelas
militares; y, las faenas del llano son objeto de admiración en las reseñas de
investigaciones antropológicas y culturales, es decir, resulta incompleto
hablar bien de Venezuela sin nombrar al llano y los llaneros. En consecuencia,
es responsabilidad de todos nosotros los apureños afianzar ese Patrimonio
Identitario y acrecentar el histórico legado inmortal que nos construyeron los
antecesores.
Al respecto decía el eminente historiador Mario Briceño Iragorry
(Introducción y Defensa de Nuestra Historia. 1980, p.19): “Para que la Patria sea la tierra feliz de nuestros hijos, debemos verla
y amarla como el grato legado de nuestros padres”. Pues bien, este año comienza
un período durante el cual cumplirán Doscientos años una serie de hechos
estadales memorables relacionados con la independencia nacional, que son de
singular importancia para la Divulgación Histórica Regional, arrancando el 16
de Febrero en el cual deberíamos enaltecer la memorable Batalla de Mata de La Miel, de aquel año 1816, y concluirá en Mayo
de 2021.
En concreto durante este 2016 se inicia la celebración sucesiva de
varios Bicentenarios, que incluyen, además de “Mata de la Miel”, la creación de
la República del Llano (Trinidad de Orichuna, 16 de Septiembre de 1816) y la
Batalla de “El Yagual” (8 de Octubre de 1816); en el 2017 serán los
Bicentenarios de la “Batalla de Mucuritas” (28 de Enero de 1817) y del
Reconocimiento de la Autoridad Suprema de “El Libertador” por José Antonio
Páez, Jefe del Ejército Llanero (El Yagual 25 de Junio de 1817). En 2018
conmemoraremos la Primera vez que Simón Bolívar
ingresa a tierras de Apure (24 de Enero 1818) para el primer encuentro con
José Antonio Páez en el Hato “Cañafístola”, (30 de Enero 1818); el mes
siguiente corresponde a “La Toma de Las
Flecheras” (San Fernando 6 de Febrero de 1818) y el tercer mes es la
efemérides del “Combate en el Negro” (Biruaca, 6 de Marzo de 1818); en 2019
serán Cuatro episodios: recodando el 16 de Enero cuando Bolívar y Páez se
reúnen en San Juan de Payara (Municipio Pedro Camejo) donde José Antonio Páez
es ascendido al Grado de General de División. Luego el 26 del mismo mes la
Batalla donde el Coronel Francisco Aramendi vence en San Fernando al Gral.
Miguel de La Torre. De allí será hasta el 2 de Abril que es el Bicentenario de
la Batalla de Queseras del Medio y el mes siguiente la Junta de Guerra, que el 23
de Mayo de 1819 decidió los destinos de América, en la Aldea del Setenta, hoy
Municipio Muñoz. El Período Bicentenario cierra con Dos eventos, uno por cada
año: La Liberación definitiva del Territorio apureño cuando la escuadra
Republicana vence a los Realistas cerca del pueblo de Apurito el 15 de Octubre
de 2020 y la Partida del General Páez con el Ejército de Llaneros desde
Achaguas, el 10 de Mayo de 2021, hacia el Campo de Carabobo, donde se
desarrolló (24/06/1821) la Batalla que determina la Independencia de Venezuela.
Para quienes hemos abrazado la pasión por los estudios históricos existe
la certeza que intentar una divulgación y celebración masiva de estos hechos
históricos es una tarea muy difícil de cumplir; no es porque no exista de
nuestra parte la voluntad y grandes ganas de hacerlo. Es porque objetivamente
no contamos con la posibilidad cierta de lograr lo que modestamente
quisiéramos. Sin embargo, desde Junio de 2015 estamos conformados en la
Comisión Regional para la Divulgación Histórica (ONG), actuando con recursos
personales y algunas modestísimas contribuciones, pues es lamentable que últimamente
a este tipo de actividades patrimoniales apenas se les presta importancia con fríos
y lúgubres actos protocolares, con la asistencia de rigor por parte de los
componentes militares, uno que otro funcionario público y la casi absoluta ausencia
del común del pueblo.
Es justo reconocer que el Gobernador de Apure conoció y se interesó en nuestras
propuestas, además prometió algunas obras de rehabilitación para sitios y
monumentos históricos de la región, cosas que aspiramos se materialicen
oportunamente. Sin embargo, no podemos dejar de expresar que muchos
funcionarios con capacidad decisoria creen que con un acto protocolar o
Sesiones Solemnes de cualquier órgano legislativo nacional, estadal o municipal
ante las figuras pétreas de sitios, monumentos y plazas, es suficiente para enaltecer
los hechos pretéritos de nuestra gesta independentista. Si bien eso es
necesario e importante, más importante, correcto, idóneo y necesario, es la divulgación
permanente, el estimulo al estudio, el desarrollo de programas de investigación
y difusión de Historia Regional y Local en todos los niveles del sistema
Bolivariano de educación, tanto como la publicación de obras y los debates académicos
acerca de los procesos sociales implícitos en cada hecho, sus causas, sus
consecuencias, los contextos históricos y geoespaciales contrastados con la
actualidad. Tales actividades multidisciplinarias si contribuyen a la
construcción y al afianzamiento de la memoria histórica de nuestro pueblo, lo
demás, el protocolo, es el cumplido y listo, sin efectos posteriores.
También entendemos a quienes ocupan responsabilidades decisorias porque la
dinámica de la coyuntura actual los somete y deja sin posibilidades de atender
otros asuntos, pero tampoco podemos negar que en varios casos no se delega o
contribuye en este tipo de iniciativas porque existe el celo y la mezquindad
política, elementos que obnubilan y ciegan las actuaciones de los hombres públicos,
muchos de los cuales viven en una especie de burbuja, aislados de la realidad
objetiva porque no se relacionan con el común de la gente, no llegan al
contacto directo con las colectividades del barrio o el caserío, sino que
reciben la información sesgada y timorata por parte de subalternos interesados,
así como también, de los infaltables adulantes convertidos en la mirada y
escucha del regente o dirigente, quien luego actúa erróneamente convencido de
estar haciéndolo genial.
Todo lo anterior lo recalcamos porque desde 1999 se le dio un impulso
muy importante a los estudios y la divulgación histórica en Venezuela gracias
al Presidente Hugo Chávez, apasionado estudioso y amante de la historia patria,
por desgracia él falleció y el actual se debate en un tormentoso mar de complejos
problemas económicos y políticos, que ocupan la casi totalidad de su tiempo.
Ello implica que difícilmente va a desplegar la mirada hacia Apure para estar
pendiente de la historia llanera como lo hacía el fallecido Comandante. En
consecuencia lo debemos hacer nosotros los interesados, los apureños, y por
ello desde esta tribuna de opinión llamo a sensibilizarnos colectivamente para
asumir este período de Bicentenarios de hechos regionales relacionados con la
Independencia Nacional, con gran entusiasmo y sin diferencias subalternas, contribuyendo
desde cualquier posición y condición social, étnica, filosófica o económica para
dignificar nuestra raigambre apureña, pues Apure y los Apureños aportamos mucho
para la independencia de Venezuela y varios países hermanos de este continente.
(Santa Rosa, Biruaca, 10/02/2016).
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