Desiderátum Apureño.
Según dice la historia, “La Estacada”,
Capital de la Parroquia Rincón Hondo, Municipio Muñoz del Estado Apure, “fue fundada en el año 1771, con el nombre de
Nuestra Señora de las Agustinas de Arichuna, por el Fray Justo de Granada, a
orillas del río Arichuna.” Pues bien, resulta que también “cuentan que La
Estacada inicialmente se llamaba Rincón Hondo, pueblo que
ardió después de la maldición de un sacerdote”, presuntamente hacia el
año 1928, “Del incendio que incluso
consumió la iglesia, quedaron los llamados “Santos Caretos”, imágenes chamuscadas por el fuego”.
Podemos decir entonces, que “La Estacada” es un pueblo que al igual el Ave
Fénix, de la Mitología, se dejaba quemar y luego emergía de las cenizas.
Actualmente esta capital parroquial sufre
de muchas dificultades, pero ahora no es el fuego lo que amenaza a La Estacada.
Lo que temen sus pobladores es a quedarse incomunicados porque su carretera de
unos Veinte Kilómetros, la cual da acceso hacia y desde la Troncal 19, en las
proximidades de Mantecal, es un pedregal acaba carros, que hace muy difícil la
transitabilidad, incluso de los todoterreno y las motocicletas: peor resulta
para los camiones de carga con los cuales transportar alimentos, materiales de
construcción y particularmente los insumos para la producción agropecuaria, que
es la principal actividad económica de la zona.
La problemática se originó hace ya Tres
años cuando la empresa nacional de petróleos, PDVSA inició un convenio con una
empresa de exploración bielorrusa y en cosa de Tres días, al pasar de las
gigantescas maquinaria de perforación y unas Cuatrocientas Volquetas de ripio
para la base de plataforma de exploración, la carretera que antes estuvo
asfaltada quedó totalmente destruida. La
petrolera quedó con el compromiso de rehabilitarla y de además construir un
Liceo y una Escuela, pero hasta el día de hoy lo que todavía la gente hace es
esperar amargamente y no perder la esperanza en que se materialice la
reparación de su carretera.
El pasado año, el 5 de Julio, en nuestra
condición de Legislador, estuvimos reunidos con los actores sociales de La
Estacada, conociendo los pormenores de la problemática, recopilamos la
información y presentamos un informe (el 8/05/2014) ante el Pleno del Consejo
Legislativo, este año en Enero realizamos Dos diligencias e incluso una
interpelación a los responsables de la rehabilitación vial, Sin embargo, la
exagerada burocracia de PDVSA y el haberle otorgado la contratación a una
empresa sin capacidad efectiva para acometer la obra, hace que todavía la
solución no llegue. Entró el invierno y las dificultades crecen: mayor
deterioro de la vía y con ello, se aumenta el costo del pasaje para los
usuarios generando además deserción escolar, se imposibilita la carga pesada,
aumenta la delincuencia porque a los atracadores se les hace muy fácil detener
los vehículos en ese pedregal, se paraliza la construcción y por supuesto disminuye
la posibilidad de ingreso a los campesinos porque la producción baja
sustancialmente al no poder acceder a insumos o no sacar al mercado los frutos
de su trabajo.
La semana pasada al parecer los habitantes
de La Estacada planificaban realizar una jornada de protesta en la carretera
Troncal 19, sin embargo, para el Sábado ya habían decidido esperar en el pueblo
a una Comisión que presuntamente iría el Martes 23 a conversar para buscar
solución, sin embargo, no llegó ninguna persona y al contrario la respuesta a
su justo reclamo me llegó en un mensaje de texto, de un camarada férreamente
comprometido con la revolución y militante del PSUV, quien me decía: “Esta mañana amaneció en la entrada de La
Estacada un piquete de Guardias, Policías y Soldados por el anuncio de la toma
de la carretera. Me recordó con rabia aquellos días de tanta represión en la
universidad, intimidación al pueblo heroico de Negro Primero a un día de su
llegada al Panteón. No creo que merezca eso el primer pueblo chavista invicto
del Apure.”
Publico textualmente ese mensaje porque
estoy muy convencido de lo que ese pueblo de la sabana infinita del Apure sufre
y espera por solución. No sé de dónde surgió la orden pero de quien haya sido
fue un absurdo y garrafal error. Lo correcto debió ser enviar a funcionarios
para dialogar como se les había anunciado y buscar alternativas con las cuales
accionar junto a la comunidad que está afectada. Intimidar con la amenaza de la
fuerza es un peligroso hecho que puede generar mayores corajes y la implosión
de respuestas populares más contundentes. Ese es un pueblo pacífico, tan
pacifico que mantienen Dos Maquinarias retenidas bajo vigilancia popular y
aunque la propia empresa ya se ha negado a continuar trabajos, ni una sola
tuerca les ha sido tocada. En otra situación ya hubieran sido pasto del
fuego.
Tengo información del propio Gobernador
del Estado que, al igual que los Legisladores del Estado, ha estado haciendo
gestiones para resolver el asunto sin que todavía tenga respuestas concretas.
Esa obra es responsabilidad de PDVSA que fue quien originó el problema. Sin
embargo, tengo la convicción que al no lograrse respuestas inmediatas de la
petrolera, debe conformarse una comisión calificada que presione y viabilice
alternativas de solución informando de sus gestiones directa y prontamente al
pueblo de Rincón Hondo.
Al parecer en esta contemporaneidad no es
el fuego el que pudiera acabar con tan singular población, la misma donde cada
año celebran una competencia de carretas con adornos florecidos, tiradas por
bueyes, mientras la feligresía va a la casa de Doña Guillerma Margarita
Figueredo, a pagarle promesas y rezarle oraciones a los chamuscados Santos
Caretos. Hoy en La Estacada, la calentura no es por las llamas, es por la
molestia de tanta espera sin solución. Ojalá la chispa no incendie la hojarasca
porque cuando un pueblo se decide elevando la razón de su justo reclamo, no hay
aguasal que contenga ninguna hoguera.
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