Desiderátum
Apureño.
Por:
Oscar Adolfo Alvarado.
El 24 de este mes Junio de 2015, se estará
cumpliendo el Centésimo Nonagésimo Cuarto (194) año de la Batalla de Carabobo,
efeméride que es fecha de exaltación patria en sentido general y de celebración
particular para los apureños, porque en esa Batalla los Bravos del Apure dieron
a demostrar toda la valentía y entrega por la conquista de la independencia
nacional. Mas este año, en ocasión de la celebración de ese aniversario,
sucederá otro hecho histórico memorable que constituye un orgullo especial para
todos nosotros, pues enaltece el gentilicio apureño y dignifica nuestra estirpe
llanera, así como revaloriza la gallarda participación de los Bravos Llaneros
del Apure en la gesta emancipadora nacional y latinoamericana.
Gracias a la iniciativa y decisión de
Nicolás Maduro Moros, Presidente Constitucional de la República Bolivariana de
Venezuela y la aprobación de la Asamblea Nacional, lo que está próximo a
suceder ya comenzó, con actos que se iniciaron en San Juan de Payara, Capital
del Municipio Pedro Camejo y en Achaguas capital del Municipio Achaguas. Se
trata de la marcha itinerante que deberá concluir en la ciudad de Caracas,
capital de la República, específicamente en el Panteón Nacional, para llevar
simbólicamente al Teniente de Caballería Pedro Camejo, mejor conocido como el
Negro Primero, para que se incorpore al regimiento de héroes que realizan su
descanso eterno, bajo el comando supremo de su Excelencia El Libertador Simón
Bolívar, en ese Monumento de veneración y admiración Patria que la Nación
ofrenda a sus paladines.
Afortunadamente el Comandante Hugo Chávez,
fue amoroso combatiente de la Historia Insurgente y podemos afirmar que por ese
heredad ahora ha sido posible que el próximo 24 de Junio se comience a saldar
una deuda histórica que se tenía para con los apureños… ¡al fin! uno de los
Gallardos de nuestra estirpe regional ingresa al Panteón Nacional.
Ese homenaje nos había sido negado durante
un dilatado tiempo pero llegó la hora y aspiramos que así como Pedro Camejo,
también le sigan otros apureños que merecen ese mérito memorable, como es el
caso de José Cornelio Muñoz a quien queremos llevar al Panteón Nacional.
Ahora, si bien los sanjuanenses, sanjualeños
o sanjuaneros tienen el honor de contar entre sus coterráneos a Pedro Camejo,
los achagüenses o achagüenos, no menos tienen el orgullo de contar que el
prieto llanero se incorporó al ejército patriota en estas tierras, no lo afirmo
yo, lo dice el propio General José Antonio Páez, en su autobiografía, de la
siguiente forma:
“Cuando
yo bajé a Achaguas después de la acción del Yagual, (sic) se me presentó este
negro, que mis soldados de Apure me aconsejaron incorporase al ejército, pues
les constaba a ellos que era hombre de gran valor y sobre todo muy buena lanza.
Su robusta constitución me lo recomendaba mucho, y a poco de hablar con él,
advertí que poseía la candidez del hombre en su estado primitivo y uno de esos
caracteres simpáticos que se atraen bien pronto al afecto de los que los
tratan. Admitirle en mis filas y siempre a mi lado fue para mí, preciosa
adquisición. Tales pruebas de valor dio en todos los reñidos encuentros que
tuvimos con el enemigo, que sus mismos compañeros le dieron el título de “El
Negro Primero”. Estos se divertían mucho con él, y sus chistes naturales y
observaciones sobre todos los hechos que veía o había presenciado, mantenían la
alegría de sus compañeros…”
Sin duda en estos
Municipios es donde la huella inmarcesible del Negro Primero, ha quedado
esculpida sobre el mármol de la historia con el buril flamígero del valor, el
arrojo, la bravura y la intrepidez. No olvidemos que fue en la Batalla de
Queseras del Medio, -año 1819- donde Pedro Camejo, formó parte de los Ciento
Cincuenta Lanceros al mando de José Antonio Páez, habiendo obtenido por tal
proeza la “Orden de los Libertadores”,
condecoración que se otorgaba por el valioso servicio a la Patria.
Para nosotros no debe quedar ninguna duda
que en las sabanas infinitas del Apure la historia guerrera
independentista se hizo epopeya y nuestros llaneros agigantaron su valentía y
pundonor ante el adversario realista. Los cronistas e historiadores de la época
recogen con singular admiración la actuación de los Lanceros apureños, tanto
como los actuales reconocen la dimensión patriótica y significación de la
entrega combativa llevada al sacrifico por la conquista de la libertad.
Ojalá estos actos sirvan de estímulo para
seguir acrecentando esa pasión por lo nuestro, por la memoria histórica, por el
patrimonio cultural en todas sus dimensiones, que impulsemos en los jóvenes,
principalmente, su deseo por apropiarse de los contenidos históricos y sientan el
entusiasmo por conocer su devenir existencial, así entonces digamos con el
historiador Mario Briceño Perozo:
“En la
juventud está la más segura esperanza de la Patria, y si esta juventud se nutre
del ideario bolivariano sin duda que la Venezuela del porvenir será tan grande
y tan digna como aquella, que a través de sus hijos los libertadores, convirtió
buena parte de las colonias de la América española en un conjunto de repúblicas
soberanas.”
Cierro este enfoque con el fragmento de un
homenaje en verso que produjo nuestro extinto amigo y fraternal consocio
bolivariano, Eduardo Hernández Guevara, natural de Barinas pero aquerenciado
apureño adoptivo, el cual es un tributo al Negro Primero, símbolo y
representación auténtica de nuestra gente llanera, así como de la entrega y
sacrificio por la conquista libertaria. El poema se titula: CARBÓN DE RADIANTE LUZ
Detrás
del hijo de Curpa
se puso de cabrestero;
recorrió los mil caminos
del horizonte apureño;
apagó soles de marzo
con el carbón de su cuerpo;
salpicó noches de agosto
con aguas de Arauca pleno
y cuando gritaban: Patria!,
se jugaba todo el resto
por eso, el mismo Centauro,
lo llamó Negro Primero.
Eterno grito de sangre,
tu sangre, Pedro Camejo:
Limpio caudal que se ahonda
con la chorrera del tiempo;
muralla que se interpone
a la furia de los vientos.
Carbón de radiante luz,
orgullo de los llaneros.
Por el dolor de un reproche
brotó de tu noble pecho
ese gesto de lealtad
eternizada en el tiempo
y que es grito de protesta
en la conciencia del pueblo
que pide para tu llano
el brillo de los recuerdos.
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