DESIDERÁTUM.
Oscar Adolfo Alvarado.
La muy variada conducta humana no deja de
sorprendernos cada día, cuando uno menos lo espera viene algún sujeto con una
novedad, un invento, un cuento o una paranoia, empeñados en sumarnos al club de
los orates y desequilibrados. Así pues que como el país vive un proceso
político con muchos seguidores y otros tantos detractores, entonces a quienes
no han podido “coronar” sus
aspiraciones personales de enriquecerse fácilmente les ha dado por convertirse
en practicantes de la nigromancia, es decir, esa “maña” supersticiosa con la
cual se pretende adivinar el futuro invocando a los espíritus o difuntos y
asociada a la magia negra o diabólica. Esa misma práctica que junta a un montón
de indoctos o mentecatos quienes creen que con baños, pociones, embrujos,
sahumerios, tabacos, “pepas de zamuro” e invocaciones de entes extra
sensoriales, pueden resolver lo que a los terrícolas se les dificulta o
imposibilita.
Los menos chiflados de esta variada fauna
suelen ser los diarios y permanentes clientes de las ventas de loterías; sus
invocaciones, rezos y súplicas van dirigidas a “San Cono”, el beato que en materia numerológica más éxito editorial
ha logrado, la intención al consultarlo es para que les revele que número
triple del carrizo significa haber soñado con una lagartija haciendo
paracaidismo. En caso que el Santo de marras no les materialice la incógnita o
resultado de la ecuación, o en su defecto, para asegurar mejor el Premio Gordo,
se compran accesoriamente un ejemplar del Meridiano (el diario deportivo), le
recortan la caricatura de Panchita, le rezan un Rosario en Ruso, otro en Chino,
seguido de otros en Árabe y Euskera (lengua Vasca), luego la estofan con aceite
de no sé qué origen, luego la colocan al sol y posterior al secado la llevan a
sus “laboratorios” particulares, donde mediante la acuciosa búsqueda con lupas
de diversos aumentos logran deducir,
según ellos, “claritos” los números ganadores. La cuestión de éste último
proceso es que tanto le dan al pobre papelucho, que llegan a extraer hasta ocho
o nueve dígitos distintos con los cuales surgen tantas combinaciones cuya
consecuencia resulta que al día siguiente sea un coro la frase: -Aaaayyyy caramba lo pelé por uno chico, mira
si aquí estaba clarito y ayer se cumplió la fecha en que fulano de tal, 40 años
A.c. había cruzado el monte de Ararat.
Así pues que siempre los nigromantes
encontrarán un pretexto para sus pelones y para conservar (en toda su
existencia) la esperanza de hacerse con unos millardos de Bolívares sin
trabajar. Otros nigromantes o hechiceros no tiene nada que ver con loterías
sino con la vida ajena; se meten en todo, generalmente son cacatúas que se
dedican a malear maridos o a ser consejeras matrimoniales, aunque en su vida (por
lo espantoso que son) a los únicos hombres que han logrado ver en traje de Adán
son los carajitos de los barrios deprimidos. A estas “brujulacas” con complejos
de alquimistas les encanta coleccionar frascos con líquidos de muy incierto
origen y sus recetas para la preparación de brebajes y pócimas que retengan
maridos van desde mandar a colar el café para el cónyuge en una pantaleta recién
usada (manga larga por supuesto, nada de hilo o tanga) hasta escribir en un
papelito el nombre del susodicho e introducirlo en “aquella parte íntima e innombrada” para que al tipo no se le levante
el ánimo con otra chica. En fin son tantas las locuras que uno recoge en el
cotorreo callejero, que dan para unos cuantos tomos escritos y reír durante
horas, si se tiene buen sentido del humor.
Además
de descifrar las ecuaciones de loterías y las preparaciones de brebajes, los y
las nigromantes también tienen especiales capacidades deductivas sobre algunos
eventos comunes; por ejemplo: 1º.-
Cuando alguna gallina del corral caracaquea a media noche significa que alguien
se va a morir, así que si a la pataruca la agarró algún borracho pillo y la
quiere mudar para una paila, la plumífera debe ladrar para no hacer malos
augurios; 2º.- La presencia de una
Tara Negra en la casa anuncia o atrae la muerte, por tanto esos ortópteros
tienen que quedarse en África para que no haya malas interpretaciones;
3º.- Cuando el Perro aúlla es que
está captando visiones malas, en consecuencia a la mascota canina hay que
enseñarle a píar cuando observe algo extraño; 4º.- No debe permitir que un gato negro se le cruce por delante
porque entonces le va a suceder una desgracia (así que mejor se regresa, aunque
venga llegando al sitio de destino). Por supuesto que siguen miles de tonterías
más, que no podemos citar aquí por falta de espacio. Sin embargo, para cada
maleficio los nigromantes se han inventado sus “contras” y cada uno de ellos
hace alardes de sus atributos “brujísticos” para cazar más incautos, de allí
que las tiendas dedicadas al ramo, siempre cuentan con sus alas de murciélago,
sapos disecados, sales, aguas y jabones diversos. Nunca faltará un bolsa que
deje el sueldo allí, creyendo resolver sus carencias o ambiciones económicas, o
que la pareja se le fue por un “mal echao”
y no porque se negó a aceptar la recomendación criolla de comerse una “Chenchena
Frita” para que se le soltara la cadera y con tal capacidad de
movimientos poder cumplir mejor la faena en la alcoba... -“Ah bueno,
pa´que vean, yo también hice el curso de brujulaco caray...”
(Santa Rosa, 16/10/2014) desideratum_apure@yahoo.com / Leído en el Enfoque Socio-cultural de
radio Alpha 97.5 FM / Biruaca y Publicado en: NOTISEMANA N° 162 (17 al 23/10/2014) p. 13; en : http://apureenrevolucionchavistaopionion.blogspot.com/
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