Desiderátum Apureño.
Oscar Adolfo Alvarado.
Es posible
que para toda la población mundial la escogencia del argentino Jorge Bergoglio
como máximo líder de la religión católica haya sido un hecho que causó mucho
interés, más allá de las creencias o la fe propiamente dicha; porque como en
estos tiempos planetarios de la insurgencia recurrente de situaciones o hechos
novedosos a cada momento, es casi imposible desconocer lo que sucede en el
mundo, debido a los efectos de la globalización de la información… a la sazón,
la consecuencia inmediata de estos eventos se traduce en un paulatino proceso
de intercambio de ideas entre habitantes de disímiles latitudes. De allí
entonces que aquella fecha al anunciarse el “habemus Papa” y conocerse que Francisco,
el rector actual del catolicismo, era de origen latino, los análisis,
vaticinios, premoniciones, expectativas y especulaciones, llenaron de repente
infinitas páginas de miles de diarios y revistas impresas, tanto como miles de
millones sitios virtuales, digitales o telemáticos como se conocen ahora
también.
Parece ser que
además de lo novedoso y pionero que es la presencia de un latinoamericano
dirigiendo el Vaticano, y por consecuencia la Institución Universal de la
Iglesia Católica, también cada día resulta muy interesante las ideas del Papa
Francisco; a tal punto que algunos prelados, obispos o cardenales
conservadores, o lo que sería el ala radical del catolicismo, ya andan medio (o
completamente) espeluscados contra el argentino, casi que de la misma forma
como lo hace en su lomo el seños gato, cuando sorpresivamente se encuentra
frente a un perro con ganas de hincarle los colmillos, incluyendo por supuesto
los gruñidos y demás alborotos de ambos contendores cuadrúpedos.
Lo cierto es que
lo más reciente del Papa Francisco, es que aseguró durante el desarrollo de una
homilía en Roma, el pasado día Jueves 23 de Febrero de 2017, que: “Es mejor
ser ateo que un mal cristiano.” Obviamente que al decir eso frente a una
multitud de feligreses apasionados de inmediato el rumor fue tal, que aquel
espacio eclesiástico parecía más bien el patio de estacionamiento de los
vehículos fórmula 1, momentos antes de entrar a la pista de carreras. Por lo
que el Pontífice debió aclarar el asunto, con mayor énfasis por supuesto, tal y
como lo ha venido haciendo en cada una de sus particulares y espinosas
expresiones, donde se ve estremecida la Iglesia Católica. Lo hizo asegurando lo
siguiente:
“Si eres un
cristiano que explota a otras personas, llevas una doble vida o manejas un
negocio sucio, tal vez es mejor que no te identifiques como un creyente. Tantos
católicos son así y escandalizan. Cuántas veces hemos visto, todos nosotros, en
el barrio y en otras partes, pero es mejor ser ateo. Ese es el escándalo, Te
destruye. Te derriba y esto sucede todos los días”
En ese momento,
dicen algunos reporteros de la noticia, que los motores, que digo, el rumor,
aumentó de volumen, por lo que Francisco mirando acuciosamente aclaró mucho más
la cuestión a la muchedumbre preguntándose y respondiéndose así:
“Pero ¿Qué
cosa es el escándalo? El escándalo es decir una cosa y hacer otra; es la doble
vida”. Seguidamente realizó un conjunto de críticas a todos aquellos que
siendo empresarios se dicen católicos pero no pagan lo justo a sus empleados o
incluso lo peor, los explotan. También fustigó a los que hacen blanqueo de
dinero.
En este punto
para aclarar con profundidad el asunto habló sustentándose en el evangelio de San
Marcos y relató que los escándalos incluyen a líderes empresariales que
alientan el fraude, profesores que agitan a estudiantes y manipuladores que
alejan a la gente de valores morales. En esta parte presumimos nosotros que el
Papa Francisco también estaba incluyendo soterradamente -pues no lo dice
abiertamente- a los curas pederastas, un peliagudo asunto dentro de la Iglesia
Católica que ya hace tiempo ha venido ocupando espacios en la prensa mundial.
El Papa Francisco
quien realmente es muy particular en sus expresiones, incluso realizó un
ejercicio imaginario del cómo sería una supuesta llegada de un cristiano rico
al portal del reino celestial, quien al tocar la entrada del lugar, anunciando
su arribo a tan paradisíaco sitio con expresas intenciones que le abran para
ingresar, le pudiera suceder que al confrontar al portero del huerto del Edén y
decirle: -“Soy Yo, Señor… ¿No te acuerdas de todas las ofrendas que hice?
A lo que Jesús podría responderle, según dijo Francisco en esa homilía: -“Si
recuerdo… Las ofrendas, aquellas las recuerdo todas: Todas sucias. Todas
robadas a los pobres… No te conozco”
Así pues que las
distintas notas de prensa que reflejaron esta noticia de Febrero pasado, dicen
que es la primera vez que Francisco se dirige a los cristianos hipócritas y,
que además, desafió la falsedad de los seguidores católicos o creyentes en
sentido general, quienes hablan hasta la saciedad y se vanaglorian de la
piedad, pero en la práctica resulta que hacen muy poco por ayudar a los otros y
más bien se aprovechan de la credulidad ajena en beneficio personal.
Por cierto que
nosotros por inquietud intelectual nos hemos convertido en acuciosos buscadores
de datos para confrontar ideas y como somos escépticos con los asuntos
religiosos, tratamos de mantener algunas de esas informaciones, es por tanto
que sabemos que no es la única ni la primera vez que Francisco ha nombrado a
los ateos. Este Papa argentino que efectivamente ha resultado toda una novedad
para el mundo, ya había dicho algo también en el año 2013, planteó es esa
oportunidad algunas interrogantes para responderse categóricamente que el cielo
estaba abierto, potencialmente, para todos, aquella vez lo dijo más o menos
así:
“El señor nos
ha redimido a todos nosotros con la sangre de Cristo: todos nosotros, no solo a
los católicos… es a Todos”. Aquella vez también fue dirigiéndose a los
devotos que asistían a una misa, planteándoles con sus propias palabras así: “Padre
¿Y los ateos?”. De inmediato se respondió: “Incluso los ateos. ¡Todos!...
Debemos encontrarnos el uno al otro haciendo el bien”. Puntualizando
entonces sobre la duda: “Pero no creo, padre, soy ateo”. Volviendo a
responderse: “Pero haz el bien. Todos nos encontraremos allá.”
Ante todas estas
novedades que plantea ese reconocido personaje de origen latino, quien lidera
el catolicismo en el mundo, nos despierta una travesura e inquietud personal
que posiblemente pudiera ser respondida y dilucidada en tiempos futuros por el
Papa Francisco… Sería la respuesta a la interrogante: ¿Qué de cierto hay en
aquella repetida frase convertida en adagio y chanza popular sobre la causa u
origen de la muerte de Lucas? Esperemos que el arcano del tiempo permita que
Francisco lo aclare en otro de sus sermones públicos. (Santa Rosa, Municipio
Biruaca, 02/03/2017).
desideratum_apure@yahoo.com
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