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viernes, 24 de febrero de 2017

“La Tertulia en la Plaza... …Donde la Vida es una Chanza.”

Desiderátum Apureño.
Oscar Adolfo Alvarado.

      En tiempos de dificultades económicas generalmente la gente anda preocupada, molesta, ofuscada, e inquieta por efectos del estrés cotidiano al cual están sometidos la gran mayoría de los ciudadanos para resolver sus necesidades o carencias. Dicha situación a su vez trae como consecuencia que la actitud de una persona que milita en una organización contraria al gobierno de turno, cuando se encuentra frente al otro que le es favorable, o lo que genéricamente se denomina oficialista, lo más seguro es que se le plante en la misma forma que lo hacen cuando se encuentran Dos Gallos de patios distintos… cada uno preparado para coser a espuelas y picotazos al adversario, sólo que en este caso las espuelas y picos se materializan solamente en palabras, aunque ciertamente también se producen algunas especies de aleteos, particularmente cuando para hacer más énfasis o predominantes sus ideas, gestualizan sus expresiones. Sin embargo, todas estas circunstancias tienen una particularidad distinta en Plazas y Cafetines, que son lugares muy frecuentados a diario por “tuti mundi”, veamos la cuestión.

     Resulta que la costumbre diaria de tomarse un Café hace imperativo que lleguemos al sitio donde lo venden, pero también sucede que un “Negrito”, “Con Leche” o “Marrón”, no tiene el gusto suficiente ni se disfruta plenamente si usted no lo adereza con una cháchara circunstancial compartida con otro o varios amigos de ocasión. Esa condición trae como consecuencia que los cafetines más visitados o los que generalmente preferimos están en las adyacencias de las Plazas, sin duda porque ello da la oportunidad para que, agotado el contenido de la taza o del vasito desechable, se produzca la migración de los tertuliantes hacia los asientos disponibles de la Plaza para continuar la conversa que arrancó impregnando la lengua con cafeína.    

     Pues bien, aquí es donde la vida de preocupaciones cambia de inmediato y los adversarios del sexo masculino trasmutan de enconados militantes partidistas contrarios a una especie de compañeros de guerra, es decir, con el ánimo de un felino en cacería, armados de fusil y disparando hacia el mismo objetivo. Allí pasan a un centésimo plano las diferencias políticas cuando se aparece una moza de sinuosa figura y vestida con ropa adherida a su cuerpo… aquella metralla de silbidos, suspiros y alteraciones cardiovasculares, acompañadas de expresiones ocurrentes, es una infinita fuente para hacer una recopilación literaria de piropos criollos.

     Ciertamente la tertulia que se disfruta en el cafetín o la Plaza hace que la vida sea una chanza, aunque sea por un rato, pero allí se vive la ocasión de un mundo distinto, signado por el regocijo momentáneo o efímero, que permite divertirse y olvidarnos de aquellos problemas que acogotan la existencia. Es muy entretenido azuzar a nuestros septuagenarios poetas cuando se acerca una dama para que ellos, desde el fondo de sus memorias extraigan aquellos versos enamorados y al tenerla próxima la bañe de cortejos, haciendo como los consortes de las Gallinas, el señor Gallo, impulsándose sobre las puntas de sus pies como si quisieran ir volando a “pisar” la chica.

     La otra cosa curiosa de la tertulia en el cafetín o la Plaza se da con los teléfonos móviles, resulta que los tiempos parecieran cambiar en una especie de Noria Histórica, es decir, girando en hechos que van y vienen en el círculo de la vida, pues sucede que nunca falta una llamada ocasional mientras se desarrolla la conversa y allí entonces se agrega otro elemento a la chanza. Cuando a quien llaman es el viejo amigo poeta o literato y logra sacar de la profundidad de sus bolsillos el teléfono, ya ha pasado el tiempo límite de los repiques. A eso le sigue la meticulosa revisión de pantalla, previa colocación de lentes para leer, lo cual ocasiona entonces que el aparato pasa a ser el protagonista de la chanza, porque como los precios de los aparatos Inteligentes han llegado a precios siderales, en ese grupo lo más común son los telefonitos de funciones básicas, y como también nunca falta un muchacho que carga su “aparatote” de la más reciente tecnología, en consecuencia se pasa a la crítica tecnológica donde los más añejos recuerdan que en el pasado se burlaban de quienes cargaban aquellos celulares llamados bloques (por su tamaño voluminoso) mientras que los más pequeños eran la tecnología de punta, es decir, ahora es otra vez al revés la cuestión. En fin, en la Plaza o el cafetín de comunes encuentros podemos ir a descargarnos del estrés y entender que la existencia no siempre es un problema político o económico.


     En esos ratos del cafetín de la plaza pude corroborar que es necesario apartarse de tiempo en tiempo de la rutina diaria de nuestro trabajo, de romper el hábito o la costumbre cotidiana y alimentarse de la alegría del compartir con los demás. Entonces llegó a mi mente las reflexiones de Mahatma Gandhi al decir: “Cuida tus PENSAMIENTOS porque se convertirán en tus PALABRAS. Cuida tus PALABRAS porque se convertirán en tus ACTOS. Cuida tus ACTOS porque se convertirán en tus HÁBITOS. Cuida tus HÁBITOS porque se convertirán en tu DESTINO.” (Santa Rosa, Municipio Biruaca, 23/02/2017). 

viernes, 3 de febrero de 2017

Discurso Alusivo a la Conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Mucuritas



Discurso Alusivo a la Conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Mucuritas, Pronunciadas por el Licdo. Oscar Adolfo Alvarado, Coordinador Estadal de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio, en ocasión del Acto del 28 de Enero de 2017 en el Monumento Alusivo a la Gesta Histórica, ubicado en la Parroquia Mucuritas del Municipio Achaguas, Estado Apure.

Quisiera azuzar mi pluma
que corra tras la brisa
para que alcance la historia
Ocurrida en Mucuritas.

Fragmento de “Doscientos Años de Historia”.
José Demetrio Hernández.
Poeta y Docente, Natural de El Samán.

     Estimados Coterráneos, con versos que tomé prestados al poeta y colega Docente: José Demetrio Hernández, natural de El Samán, Capital de la Parroquia Mucuritas, quiero expresar un emotivo saludo a todo el pueblo de esta localidad, en primer lugar, extensivo a todo el pueblo apureño y venezolano en general, que aquí se hacen presentes para celebrar el Bicentenario de la Gesta Heroica ejecutada en este Campo de fama inmortal, la Batalla de Mucuritas.

     También me resulta un imperativo ético el agradecer al Camarada Ramón Alonso Carrizalez Rengifo, Gobernador de nuestro Estado, el haberme designado Orador para este acto de celebración memorable y de profunda veneración patriótica, llanera y venezolanista; designación que considero un gesto de reconocimiento al modesto esfuerzo que hemos venido realizando junto un grupo de compañeros intelectuales, cronistas, trabajadores culturales, docentes y literatos, llenos todos de pasión insurgente por el estudio, revalorización y divulgación de nuestra historia regional y local, en particular, tanto como la historia de Venezuela en General.    

      Antes de mencionar el hecho de Mucuritas en 1817, que hoy nos ha traído a este espacio de la infinita Llanura Libertaria del Apure, es necesario recordar que estamos recorriendo históricamente el Ciclo Bicentenario Bolivariano que el Presidente Hugo Chávez, nuestro Comandante Eterno, nos invitó a celebrar o conmemorar, con criterios de análisis reflexivo y comprensión histórica, extrayendo lo más significativo que concatena el desarrollo socio-cultural del pasado con el presente; y, además, nos permita prefigurar el porvenir, tal y como lo afirmaba Su Excelencia El Libertador, Simón Bolívar, al decir: “De nada sirve evaluar la historia si no aprendemos de ella; la historia no es el pasado depositado en viejas bibliotecas, el pasado es una ventana hacia el futuro que nos permite enfrentar realidades actuales y por venir, que se repiten una y otra vez”

     Iniciamos ese Ciclo Bicentenario Bolivariano de Venezuela, el 19 de Abril de 2010 (Primera manifestación formal y exitosa de Independencia) y deberá concluir el 17 de Diciembre de 2030 (Muerte física de El Libertador). Dentro de ese período histórico hay muchísimos hitos significativos en cada una de las regiones de Venezuela y los países de la América donde se derrotó a la tiranía peninsular gracias al genio y la espada libertadora de Bolívar y sus compañeros de lucha. Por obvias razones de tiempo y el Sol calcinante que tenemos, no voy a caracterizar esos episodios o hechos, solo señalaré que para efectos apureños, estimamos en la Red de Historia, Memoria y Patrimonio, un Ciclo Bicentenario Regional de Hechos Memorables Relacionados con la Independencia Nacional, cuyo primer evento lo representó la Batalla de Mata de la Miel, 16 de Febrero de 2016; siguiendo su curso tal y como hoy lo hacemos, debiendo concluir el 10 de mayo de 2021, con la celebración de la Partida del Ejército Llanero, desde Achaguas, rumbo a la Batalla de Carabobo.

     Por cierto que en el 2019, que será un año singular, deberemos estar preparados para que los Bicentenarios tengan el brillo de una fuerza revolucionaria férreamente unida, fortalecida y capacitada orgánicamente para nuevos combates y nuevas victorias del pueblo Bolivariano, durante ese período anual celebraremos varias fechas, resaltando el 2 de Abril con la Gloriosa Batalla de Queseras del Medio; y, al despuntar del Invierno llegaremos a una fecha muy especial, se trata del 23 de Mayo, Bicentenario de la Junta de Guerra del Ejército Libertador en la Aldea de “El Setenta”, donde se decidieron los destinos de la América, ese día ha sido instituido en la Reforma a la Ley de los Símbolos del Estado Apure, sancionada por nuestro Consejo Legislativo Estadal el 12 de Julio de 2016 y la promulgación del Camarada Gobernador del Estado,  publicada en gaceta Oficial del Estado Apure el 30 de Agosto de 2016,  como Día de la Llaneridad Apureña y Día de la Bandera del Estado Apure.

     Fíjense que afirmé que ese año será muy singular para nosotros, pues tenemos la responsabilidad de mantener los espacios de poder político conquistados por la Revolución; y, desde ya, emitimos la invitación del Pueblo apureño al Compatriota Nicolás Maduro Moros, para que ese día nos acompañe a la Celebración de ese Bicentenario, en su condición de Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela… 2019 nos debe encontrar plantados firmemente y en posición de coraje defendiendo, fortaleciendo y consolidando espacios nacionales de la Revolución Bolivariana.

     Fraternos Compatriotas, Coterráneos, estimadísimos Amigos Invitados que han llegado de otras regiones de la Patria… Camaradas todos; este 28 de Enero de 2017… ¡fecha homérica! Sucedió aquí mismo, hace Doscientos Años, uno de los tantos hechos de armas, donde el pueblo venezolano enfrentó a las huestes españolas que según decían para la época, venían de haber derrotado a las tropas napoleónicas, disque los mejores de Europa. El Brigadier Miguel de la Torre había pernoctado el 27 en el Hato “El Frio”, y el 28 temprano a estaba pasando por este lugar; pero permítanme que sea el Líder de los Llaneros, quien nos relate parte del inicio de los hechos, Dice José Antonio Páez, en su autobiografía:

Entonces tuve que hacer una marcha oblicua, redoblando el paso hasta tomar el barlovento, porque en los llanos, y principalmente el de Apure, es peligroso el sotavento, sobre todo para la infantería, por causa del polvo, el humo de la pólvora, el viento, y más que todo el fuego de la paja que muchas veces se inflama con los tacos. (…) formé mis Mil Cien Hombres en tres Líneas, mandada la primera por los esforzados comandantes Ramón Nonato Pérez y Antonio Ranjel (sic); la segunda  por los intrépidos Comandantes Rafael Rosales y Doroteo Hurtado; la tercera quedó de reserva a las órdenes del bravo Comandante Cruz Carrillo.”      

     Se denota en este primer movimiento táctico el dominio y buen conocimiento del territorio llanero, algo que Páez tuvo siempre a favor de la causa patriota. Las operaciones  continuaron con un movimiento del jefe realista, La Torre, con Veinticinco Húsares a reconocer el flanco derecho de los llaneros, fue allí donde Páez de inmediato destaca al Sargento Ramón Valero con Ocho Soldados escogidos entre los mejores y con monturas muy ágiles para ir contra aquel grupo realista. Antes que partieran Páez les advierte “que serían pasados por las armas si no volvían a la formación con las lanzas teñidas en sangre enemiga.”   

     Tal fue la excitación con que partieron al ataque los llaneros que La Torre, prudentemente se aparta de su grupo de fusileros; se origina el primer aguacero de balas con el disparar de las carabinas realistas, mientras que los hijos de la sabana se impulsan por entre la humareda de las descargas, se produce el choque mortal y los patriotas lancean furiosamente a los realistas, quienes son casi exterminados de inmediato, apenas Cinco huyen despavoridos a reunirse con su ejército. Tal proeza de su tropa la destaca Páez así:

“No es decible el entusiasmo y vítores con que el ejército recibió a aquel puñado de valientes que volvían cubiertos de gloria y mostrando orgullosos las lanzas teñidas en la sangre de los enemigos de la Patria. Aproveché entonces la oportunidad –que otro objeto no había tenido mi orden- de hacer ver a mis tropas que debían contar el número de los enemigos por el del los prisioneros que hicieran ó por el de los muertos que sus lanzas dejaran tendidos en el campo de batalla.”

     Ciertamente el Líder de los llaneros sabía muy bien que el Ejército realista era numéricamente superior, en las cifras hay varias versiones, pero Páez relata que el realista La Torre comandaba Tres Mil Infantes y Mil Setecientos jinetes, es decir, un total de Cuatro Mil Setecientos hombres. Lo cierto es que siempre el enemigo realista superaba cuantitativamente a los patriotas, pero he allí la gloria de nuestros antepasados en superar todas las dificultades en la búsqueda de la independencia y conquistarla con su entrega y coraje. Fue eso lo que enardecía a los realistas y los hacía cometer errores que fueron aprovechados con creces por los Llaneros. De allí que a la primera derrota, La Torre avanzó de nuevo y se coloca a tiro de fusil, según dice Páez, entonces la primera línea Patriota siguiendo las órdenes de Páez, de forma muy inteligente y estratégicamente, carga frontal y reciamente, pero cuando se producen los tiros enemigos se divide en Dos partes hacia los extremos Derecho e Izquierdo para cargar los flancos de la caballería que formaba las alas de la infantería realista; Dice otra vez Páez lo siguiente:

 “Había yo prevenido a los míos que en caso de ser rechazados, se retirasen sobre su altura aparentando derrota para engañar así al enemigo, y que volvieran caras cuando viesen que nuestra segunda línea atacaba a la caballería realista por la espalda.”

     Tal acción fue otro éxito categórico de los patriotas, mientras que de la caballería realista solo quedaron algunos Doscientos aproximadamente, muy retirados y dispersos.

     La batalla continua con todas las iniciativas prodigiosas del Jefe Llanero que, repito, aprovechaba su buen conocimiento del territorio y por consecuencia su dominio sobre el adversario. Páez hace una jugada magistral de la siguiente forma; lo dice él mismo:

“Entonces Cincuenta hombres, que yo tenía de antemano preparados con combustibles prendieron fuego a la sabana por distintas direcciones, y bien pronto un mar inflamado lanzó oleadas de llamas sobre el frente, costado derecho y retaguardia de la infantería de La Torre que se había formado en cuadro.”
      
     Aquel ejército que fue parte de la expedición mandada por Morillo rumbo a Guayana, no terminó de sucumbir en su totalidad en esa batalla, por el hecho fortuito que unos días anteriores hubo una de esas comunes quemazones de sabana del otro lado de una cañada, la cual todavía conservaba agua escasamente, y como su ubicación estaba por el lado Izquierdo de los realistas, ello les permitió el escape salvador. Aunque tal escapatoria no les fue tan fácil como pudieran suponer, al tener la vorágine de una “protectora” cortina de fuego detrás; puesto que los patriotas atravesando las llamaradas iniciaron la persecución cargando Catorce veces hasta El paso El Frio, a la distancia de una legua, donde los patriotas debieron retornar ante la imposibilidad de ingresar con la caballería al bosque de la margen derecha del río, donde se habían refugiado los realistas. 

     En definitiva, la gran victoria de Mucuritas representa en nuestra historia, además de un gran triunfo militar logrado, un gigantesco triunfo moral conquistado a fuerza de coraje, valentía y denuedo. Fue un combate desigual, pues era enorme la diferencia cuantitativa, muy superior en hombres, pertrechos logísticos y experiencias militares de los realistas derrotados, mientras que fue menor para los llaneros vencedores;  por eso resultó ser una titánica carga moral que psicológicamente insufló confianza, optimismo, compromiso y firmeza a las Tropas Patriotas, a la par que se acrecentó el prestigio de los llaneros, por haber derrotado y humillado en el campo de Batalla, a aquel ejército que venía vanagloriándose de ser invencible.   

     Así pues que es necesario en el presente enaltecer nuestra historia local, regional, nacional, y, continental en sentido general. Reconocer la esencia social nuestro-americana que viene transitando el tiempo, aportando en cada fecha, sitio o suceso un conjunto de hitos de merecida veneración. Pero no se trata nada más de la realización de eventos protocolares, se trata de darle la significación merecida, sobre todo difundir su contenido principista y patriótico entre la presente generación, haciendo los esfuerzos para formarla, en el contexto actual, con el criterio de continuar la senda patriótica, libertaria e integracionista en las futuras generaciones.    

     Además, de ese pasado debemos extraer elementos para la comprensión de nuestro tiempo, tal como la advertía Su Excelencia El Libertador, con visión futurista en la cita que hice al inicio. Aquel tiempo de las dificultades los venezolanos soportamos la mayor carga en el esfuerzo independentista de una gran parte de la América, tuvimos un extraordinario líder, con extraordinarias capacidades, que fue seguido y respetado por las multitudes en donde transitó su existencia. Los venezolanos de ayer encendieron la chispa de la rebeldía y avivaron la llama de libertad, en tal sentido quiero aprovechar para sumarme al rechazo categórico que ha hecho nuestro Gobierno Nacional “contra el –reciente- mensaje de odio públicamente emitido por el Vice-Presidente de Colombia, Germán Vargas Lleras, contra el pueblo venezolano, emitidas en Tibú, Departamento del Norte de Santander, que expresan abiertamente odio, discriminación e intolerancia contra nuestros connacionales”.      Lamentablemente la Oligarquía colombiana siempre acuñó el odio y ha sido desagradecida con quienes fueron decisivos en la epopeya emancipadora.

     Fijemos otra vez la atención hacia el quehacer que destaca las proezas llaneras, a tal efecto recuerdo que el pasado 17 de Octubre, cuando celebramos el 9no. Aniversario del Centro Nacional de Historia, el historiador Luis Pellizer, citaba un fragmento de la carta enviada por Pablo Morillo al Secretario de Estado (especie de Ministro) en la Corte de Madrid, fechada el 9 de Octubre de 1816, por cierto en vísperas de la Batalla de “El Yagual”, obtenida por los patriotas y publicada en la Edición número 2 del Correo del Orinoco, en fecha 4 de Julio de 1818. Recordemos que Pablo Morillo llegó en 1815 con una Expedición Pacificadora de un poco más de 15 Mil Hombres combatientes, de los mejores de España. Los fragmentos dicen así, presten atención que es muy interesante:

Cuando se apareció la expedición de mi mando todo se plegó y aparentemente, todos reconocieron y agradecieron la clemencia del Rey, menos los Llaneros.
Al separarme para la expedición de Cartagena y reyno de Santa Fé empezaron los movimientos en los Llanos nunca tranquilos, (…)”  

     Más adelante continua con otros datos de interés para el análisis actual:

Cada Provincia Sr. Excmo, en América pide distinto modo de conducirla. Lo que es bueno para el reyno de Santa Fé no surte efecto en Venezuela a pesar de que son confinantes. (…) En el Vireynato han escrito mucho, y los Doctores han querido arreglarlo a su modo. En Caracas al instante desenvaynaron las espadas. De todo esto la diversa oposición que se ha encontrado. (…) Quizá no hubieran presentado una obstinada resistencia los habitantes de este Vireynato si no hubiese Venezolanos. En la derecha del Magdalena se han dado ya varias batallas a tropas organizadas por Venezolanos; en la fragosa y estéril Provincia de Antioquia han declarado ya Dos veces la guerra a muerte y tienen los pasos fortificados con inteligencia por Venezolanos: -Santa Fé fue sometida y recibió las ideas sangrientas por los mismos que habían logrado partido con Emisarios que enviaron de Caracas. Todo Excmo. Sr. es obra de los Venezolanos.
En su terreno son unas fieras resueltas, y que si llegan a ser bien mandados darán que hacer por largo tiempo y costará mucha sangre y mucho tesoros su reducción.”     

     Allí está la demostración palmaria de donde es que venimos los Bolivarianos y porque nos tienen tanto odio e inquina los oligarcas de varios países de este continente, en particular, y los imperialistas gringos y europeos en general. Ayer los enfrentamos bajo la conducción de Simón Bolívar, El Libertador; más tarde a finales del Siglo XX y principios de este Siglo XXI, rescatamos el Ideal Bolivariano con el liderazgo descollante del Comandante Hugo Chávez, quien aunque no está materialmente con nosotros, se mantiene vivo multiplicado por millones de habitantes, inspirados por su legado en la extensa geografía de Venezuela y América Latina. Su legado, sus ideas y su profundo amor por el Apure infinito están aquí presentes en este Acto Bicentenario.

     Actualmente, con Nicolás Maduro, su hijo y sucesor político, damos continuidad al proceso de Liberación Nacional, enfrentando las dificultades de un ataque imperialista multifactorial direccionado por la casta guerrerista norteamericana, quienes acompañados de sus aliados europeos y con la complicidad nacional de los dirigentes derechistas y ultraderechistas, pretenden retrotraernos al pasado de oprobio, oscurantismo y anacronismo político, social, económico y cultural que vivimos en la llamada democracia representativa.

     Este día de veneración patriótica ha de servir también para inspirarnos y pensar asertivamente en lo nuestro, en el legado emancipador de los libertadores. Es imperativo que en estos períodos difíciles tengamos en la memoria las palabras de Bolívar en Angostura aquel 1815: “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza.” Los enemigos permanentemente manipulan las informaciones y echan a rodar la mentira, planificando y estimulando la violencia porque no tienen nada realmente serio que ofrecer a la nación. La Revolución podrá tener errores, lo cual es normal que suceda en las actuaciones de los hombres, pero nadie puede negar los importantes y significativos logros que en todos los aspectos hemos conquistado en este tiempo para beneficio de las grandes mayorías del pueblo venezolano.

    Además, hoy que también se cumplen 164 años del natalicio de José Martí, Prócer Revolucionario e Independentista de Cuba, recordemos una de sus frases refiriéndose a los bienhechores de la Patria:

Se les deben perdonar sus errores, porque el bien que hicieron fue más que sus faltas. Los hombres no pueden ser más perfectos que el Sol. El Sol quema con la misma luz con que calienta. El Sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.

     Venezuela es en el escenario mundial uno de los países con mayores potencialidades y fortalezas económicas para lograr la independencia absoluta, recursos de todo tipo y talento humano preparado, pero el empeño imperial foráneo y la obtusa oligarquía criolla dedican todo sus esfuerzos al saboteo para hacer sufrir y enervar al pueblo, mediante una escasez  inducida y una inflación especulativa, ya bastante analizadas y sobre lo cual debemos enfocar parte del estudio integral de los y las revolucionarias. Estudiar e informarnos con empeño, porque no podemos desconocer los factores que nos perjudican, cayendo entonces en la trampa del enemigo de clase y multiplicando algunas veces las equivocaciones en nuestras filas patriotas. Recordemos una vez más a Bolívar en Angostura: “un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; (…).”

     En Apure tenemos un bastión revolucionario sólido, la acción del Gobierno Bolivariano que está férreamente articulada en todos sus niveles, Nacional, Regional y Local, ha logrado éxitos y metas que superan con creces todas las gestiones gubernamentales anteriores; se ha mantenido la paz laboral como nunca en su historia, aún cuando las dificultades presupuestarias nos han dado momentos de aprieto, pero afortunadamente hay un Presidente Obrero de la Nación que cumple su palabra con los trabajadores y un Gobernador de Estado, con experiencia, que le sigue el compromiso con la masa trabajadora y el pueblo en general.   

     Compatriotas, el adalid del Pensamiento Americano, Don simón Rodríguez afirmaba que: “el que tiene tanto que decir apenas puede evitar que las palabras se le atropellen en la boca”; pero estimo que, por las condiciones de este Sol inclemente de Apure, ya excedí el tiempo que había estimado en disertar mis modestas consideraciones para tan magna fecha Bicentenaria. Sé que nuestro Gobernador, lector inquieto y también apasionado por la historia, tiene su buen pertrecho intelectual al respecto, que reconozco muy bien, seguramente lo demostrará en breve; Sin embargo, consciente de la presencia masiva de las mujeres llaneras en este espacio, sería una torpeza, e ingratitud mía, terminar sin decirles al menos unas breves pero muy sinceras palabras de reconocimiento en este importante acto. Porque algunos creen que solamente fuimos los hombres los batalladores en el proceso independentista, lo cual no es cierto.

     La mujer venezolana en general, pero particularmente las Llaneras, participaron como heroínas de nuestra Independencia soportando junto a sus compañeros de vida, hijos, padres y familiares, los rigores de esta tierra agreste, que durante una mitad de año el invierno nos ahoga y la otra mitad el verano nos calcina. Así en medio de estas condiciones climáticas se templa el acero guerrero y laborioso de nuestra gente, tan igual como se acrisola la diamantina belleza de la mujer Llanera, quien a nuestro lado, en igualdad de condiciones y oportunidades, construye Patria y Revolución Socialista.

    A Doscientos años de la Batalla que desbarató por vez primera en tierras venezolanas a la expedición pacificadora de Pablo Morillo, quiero agradecerles la paciencia en escucharme y la tolerancia al inclemente Sol Apureño, que destella sus resplandecientes rayos sobre el monolito pétreo del inmortal Campo de Mucuritas, finalizando mi intervención con un fragmento del Poema Catorce Cargas por la Libertad, escrito en ocasión del Sesquicentenario, por el eximio Barines, adoptivo apureño, Eduardo Hernández Guevara, que dice así:

     En la brisa que tremola
los morichales de Arauca;
en la copla que se enreda
entre las cuerdas del arpa
y en la conciencia de un pueblo
que sufre, pero no cambia,
se oye la voz del “Catire”
como la voz de la raza
que grita en suelo apureño
por los caminos del alma.
Y si otros tiranos quisieran
profanarnos nuestra Patria,
sería toda Venezuela
un inmenso Vuelvan Caras
y al tropel de Mil Centauros,
gritaríamos: ¡ A LA CARGA…!


He Concluido, Muchas gracias.



___________________
Licdo. Oscar Adolfo Alvarado.
Vice – Presidente del Consejo Legislativo del Estado Apure.
Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca.
Coordinador General de la Comisión Regional para la Divulgación Histórica.
Coordinador Estadal de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio.

Discurso Alusivo a la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio de Ezequiel Zamora.



Discurso Alusivo a la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio de Ezequiel Zamora, pronunciado por el Licdo. Oscar Adolfo Alvarado, Coordinador Estadal de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio, en ocasión del Acto del 01 de Febrero de 2017, enfrente del Vicerrectorado de la UNELLEZ Apure.  
    
      Apreciados Compatriotas de nuestra Ciudad Capital del Estado, amigos invitados de las regiones vecinas, Fraternos Compañeros de lucha que integran la Milicia Bolivariana de Venezuela, aquí presentes, Camaradas todos. En la tarde de Ayer fui contactado vía telefónica por los compañeros de la Milicia Bolivariana, particularmente por su Comandante, quien conoce de nuestro quehacer y pasión por la historia, para invitarme a que disertara unas palabras en ocasión del Acto que ahora desarrollamos, la celebración en toda Venezuela del Bicentenario del Natalicio de Ezequiel Zamora. Le decía yo que por razones de tiempo me resultaba difícil preparar un Discurso como suele hacerse para ocasiones tan significativas y de tanta relevancia, como lo es este hecho histórico que nos ocupa. Sin embargo, acepté con la advertencia que sería una alocución breve y porque además estoy muy interesado en mirar por la televisión los actos centrales que se realizarán en la Capital de la República, ahora más tarde.

     En consecuencia entonces, estimados compañeros, me propuse cumplir con este compromiso adquirido de la siguiente forma: Voy a referirme la primera parte de la intervención con la lectura -In Extenso- del trabajo de nuestro fraterno amigo y gran intelectual venezolano, historiador para más señas, Pedro Calzadilla, Presidente del Centro Nacional de Historia. Trabajo este que escrito con una capacidad de síntesis especial, ha sido dado a conocer en el Portal Digital del CNH y que por su estructura y contenido no tengo ninguna duda es de enorme provecho y compresión para quien acceda a ese escrito. Además que como integrante de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio, tengo el grato deber de divulgarlo lo más posible. La Segunda parte de mi intervención si es de mi autoría.

El trabajo de Pedro Calzadilla, titulado: “Zamora; Una Vida Revolucionaria al Servicio del Pueblo.” dice así:

“Ezequiel Zamora fue figura desta­cada de las luchas sociales de me­diados del siglo XIX, y tuvo una actuación primordial en la primera fase de la llamada Guerra Federal (1859-1863). Protagonista de los más grandes aconte­cimientos de la Venezuela de su época, se ganó el respeto, la estima y la adhesión del pueblo por sus ideas revolucionarias de igualdad y por sus dotes de carismático jefe militar. Al grito de ¡Tierra y hombres libres! y ¡Horror a la oligarquía!, pasó a convertirse en una verdadera pesadilla para las élites criollas. Desde su muerte, el recuerdo de sus ideas y acciones constitu­yen un símbolo preciado para los “pobres de la tierra”, en su lucha por la igualdad, la libertad y la justicia.

El General del Pueblo Soberano, como lo llamó el pueblo desposeído que lo siguió y admiró, nació el 1° de febrero de 1817, en el pueblo de Cúa, en el actual Estado Miranda, en plena guerra de independencia, en el seno de una familia blanca de pocos bienes de fortuna. Su inclinación revolucionaria tuvo antecedentes familiares. Su madre Paula Correa y su padre Alejandro Zamora, parti­ciparon activamente en la causa independen­tista. De hecho, su padre murió luchando en las filas de los ejércitos libertadores en 1821.
SUS IDEAS Y VALORES
El joven Ezequiel completó los estudios en la escuela primaria, mas los pensamien­tos de su juventud, sus valores y su for­mación serán completados por los eventos e ideas revolucionarias que se discuten en América y Europa. Especial interés tuvie­ron para él las teorías de los llamados uto­pistas, cuyas ideas y noticias intercambia­ba con parientes y amigos, sobre todo, con su cuñado Juan Casper.

Casper, un italiano casado con su herma­na mayor Carlota, le brindó apoyo y protec­ción a Ezequiel al morir su padre.

PULPERO Y DIVULGADOR POLÍTICO
Hacia 1840, instalado en Villa de Cura, Ezequiel Zamora ya es un respetado pulpero y comerciante de ganadería. Es entusiasta partidario de las ideas liberales y vigoroso  publicista del periódico El Venezolano, órga­no del Partido Liberal, que se oponía a la oli­garquía conservadora que gobernaba el país. Su actividad en favor de la pedagogía política del pueblo lo lleva en 1842 a en­grosar las filas del partido Liberal y a con­vertirse en su dirigente principal en Villa de Cura y las regiones aledañas. Las ideas que voceaba Antonio Leocadio Guzmán, editor de aquel célebre periódico, encon­traron en el joven Zamora un divulgador esforzado de la igualdad y la lucha contra la oligarquía. Desde su pulpería traduce el catecismo liberal en lecciones concretas y aplicadas a la realidad de los campesinos pobres, quienes de inmediato se identifican con su prédica honesta y elocuente.

GENERAL DE LA CAUSA POPULAR
En 1846 se evidenciaron enormes contra­dicciones entre las élites políticas y econó­micas y las masas desposeídas que aguarda­ban todavía las mejoras prometidas por la independencia. El general Zamora, acom­pañado de otros líderes locales, se puso al frente de una rebelión bajo las consignas del liberalismo más radical de entonces.

En Guambra, en septiembre de 1846, y bajo las consignas de ¡Respeto a los cam­pesinos! y ¡Desaparición de los godos!, lanzó un llamado a las armas, que obtuvo un importante respaldo de los humildes. Sus proclamas las firma como General del Pueblo Soberano. Así estalla la Insurrec­ción Campesina de 1846 y 1847, con la aspiración de acabar con el gobierno con­servador que arremetía contra los pobres y los campesinos.

Este movimiento alcanzará éxitos mili­tares importantes, pero será derrotado en breve. Zamora es capturado en marzo de 1847, juzgado y sentenciado a muerte. Se fuga de la cárcel y luego, producida la rup­tura entre el presidente osé Tadeo Monagas y el caudillo José Antonio Páez, es indulta­do e incorporado al ejército monaguista.

Comienza entonces una nueva etapa de su vida. Desarrolla una prestigiosa carrera política y militar hasta alcanzar el grado de General de Brigada en 1854. Desde en­tonces y hasta 1856 ocupa diversos cargos militares al frente de distintas guarniciones.

 Ese mismo año contrajo matrimonio y optó por la actividad económica privada y la más tranquila vida familiar. Poco dura­ría este breve retiro; en 1858 se suma a un grupo de líderes liberales que conspiraban para derrocar al presidente Julián Castro, abierto partidario de los conservadores. Des­cubierto el complot son perseguidos y sus máximos dirigentes se ven obligados a aban­donar el país. Zamora se refugia en Curazao.




HÉROE DE LA GUERRA FEDERAL
En la ciudad de Coro, el 20 de febrero de 1859 comenzaba el conflicto bélico que luego se conocerá como La Guerra Federal, misma que marcará –sin duda– el momento cumbre de la carrera política y militar de Ezequiel Zamora. Al frente de la revolución se encuentra el general Juan Crisóstomo Falcón, importante líder federal del occi­dente del país y cuñado de Zamora.

El General del Pueblo Soberano, desem­barcó en La Vela de Coro el 23 de marzo de ese mismo año, y desde entonces, como jefe de las fuerzas revolucionarias del occi­dente, condujo a los ejércitos insurgentes a una cadena de triunfos que le permitieron proclamar diversos estados federales. El 10 de diciembre de 1859 pone en evidencia su inteligencia militar al consolidar el triun­fo en la importante Batalla de Santa Inés, que lo consagró como un excelso general y estratega militar.

La firmeza de su ideario y postulado revolucionario, fundados en la eliminación de los godos y en el reparto de la tierra, sus probadas condiciones de líder militar y el enorme prestigio y simpatía de que gozaba entre los pobres, convirtieron a Za­mora en una figura sumamente peligrosa para el futuro y la estabilidad de las oli­garquías de todo cuño. No debe, por tan­to, sorprendernos el balazo que le quitó la vida el 10 de enero de 1860, a las puertas de San Carlos, cuando preparaba el ata­que a esa ciudad. Aquel disparo no sólo acabó con la vida de un insigne general, sino que también eclipsó al más grande lu­chador social del siglo XIX venezolano, al líder de los pobres que sepultaría el poder de la oligarquía.

Ese mismo balazo marchitó las esperan­zas de las mayorías populares en aquella revolución, que terminó traicionada en 1863 en un pacto entre oligarquías, que mantuvo la misma injusticia y desigualdad anteriores a la guerra.”

     Hasta aquí lo que escribió, nuestro amigo Pedro Calzadilla. Ahora la segunda parte que yo la he titulado con una pregunta, la cual responderé argumentada:

¿Por qué Celebrar el Bicentenario de Ezequiel Zamora?
         
     En primer término quiero hacerles saber que desde hace muchos años, mucho antes de la Rebelión de Febrero de 1992, en Venezuela se fue conformando un movimiento intelectual de Historiadores, Cronistas, Investigadores Sociales y profesionales de diversas disciplinas, empeñados en rescatar la verdadera esencia patriótica, libertaria, popular e insurgente de nuestra historia nacional, regional y local, vinculándola -obviamente- con la de nuestra América y el mundo. Ese movimiento insurgente poco a poco fue creciendo y con la llegada de Revolución Bolivariana se potenció y en el presente estamos fortalecidos creciendo exponencialmente por toda la República trabajando arduamente por hacer encontrar, estudiar y divulgar la historia del pueblo que había estado opacada por la élite que comandó los destinos de la Patria durante muchos años.

      Así pues que andamos en la tarea de hacer aflorar las verdades y también las causas de las mentiras que nos contaban. Es algo así como aquello que en alguna oportunidad expresó el filósofo Aristóteles, reconocido como uno de los clásicos de la filosofía antigua griega, decía él: “No basta decir solamente la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad.” y por su parte el Escritor, orador y político romano Marco Tulio Cicerón, aseveró que: “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.”

     Y como para que la cosa nos resulte todavía más certera, ayer nada más se divulgaba por centenares de sitios digitales y las muy conocidas redes sociales, las ridículas declaraciones del Secretario General del partido político con la segunda mayor edad en este país, ese personaje quien estuvo en la Presidencia de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional. Al ciudadano Henry Ramos, se le ocurrió inventar una retahíla de improperios contra Ezequiel Zamora, dice él que basándose en las supuestas afirmaciones que hace el historiador guariqueño, Adolfo Rodríguez, -amigo nuestro por cierto-  quien supuestamente escribió en el contenido del libro “Ezequiel Zamora”, ganador de un premio nacional y publicado en 1977, por el Ministerio de Educación del Gobierno de Carlos Andrés Pérez…. Yo no voy a argumentar sobre las divagaciones totalmente falsas e inexactas que hace Henry Ramos, es más puedo asegurar aquí, públicamente, sin ningún temor a equivocarme, que ese personaje no leyó ni siquiera la carátula del Libro de Adolfo Rodríguez sobre Ezequiel Zamora... y si alguien me refutará con alguna fotografía donde aparezca ese señor con el libro en la mano, entonces cambio la afirmación y les digo que el tipo está totalmente perturbado de la mente, no recuerda nada y lo confunde todo, es decir, está loco de remate…

     Recomiendo que busquen en los sitios digitales un escrito que, al respecto, ayer hizo el distinguido intelectual José Santz Roz, donde con precisiones vapulea las estupideces del Secretario General de Acción Democrática.     

     Nosotros celebramos este Bicentenario de Ezequiel Zamora porque tenemos la responsabilidad histórica de visibilizar ante nuestra presente generación y proyectar hacia las futuras, las verdades y la esencia de nuestro devenir histórico – social y cultural, que se convierte en Memoria y Patrimonio de nuestro pueblo. Tenemos la obligación de hacer bajar de los carruajes mantuanos a la mentira que nos contaron y enfrentarla con la verdad histórica, insurgente y popular. No aquella historia de metodología cosmética y tergiversadora, la que ocultaba a los parias de la tierra. La historia que asumimos debe tener esencia patriótica y compromiso militante con las grandes mayorías que fueron mantenidas en la oscurana mediante el opaco tapaojos de la demagogia, el sometimiento y la explotación social.   

     Celebramos este Bicentenario del Natalicio de Ezequiel Zamora, en palabras de Florencio Porras:

“…para seguir dando a conocer esa época, para seguir dando a conocer a Zamora, empeñados en darle al pueblo las herramientas para que comprenda la significación de este presente cargado de ilusiones, que comprenda que los cambios de hoy son la continuación de los sueños de ayer, que comprenda el por qué de nuestro orgullo por ser venezolanos    

     Suficientes evidencias documentales existen para demostrar que Zamora no fue ningún bandido, cuatrero o delincuente como pretenden mostrarlo los personeros de la oligarquía venezolana, permítanme unas breves citas del extraordinario trabajo bibliográfico de Laureano Villanueva, cojedeño de nacimiento, (quien por cierto para el año 1868 fundó el periódico El Constitucional, aquí en San Fernando de Apure) publicado por la Alcaldía del Municipio Libertador, cuando fue Alcalde Freddy Bernal. Dice Villanueva, en su Libro “Vida del Valiente Ciudadano Ezequiel Zamora” (1898), sobre la honorabilidad de Zamora lo siguiente:

“Sin pérdida de tiempo llamólos Zamora a todos, no para acaudillarlos como jefe de malhechores, sino para disciplinarlos en las filas de la Revolución Popular, y convertirlos de bandidos en soldados, y soldados en hombres útiles. Pues lejos de ser Zamora caudillo de criminales, como pintaron el gobierno, los curiales, y los periodistas oligarcas, caracterizase dignamente en nuestra historia militar, como un valiente fanático por su partido, que buscaba el derrumbamiento de la oligarquía, para que los destinos públicos, los honores, las riquezas y las responsabilidades y merecimientos en el servicio de la Patria, se distribuyesen entre todos los ciudadanos, pero conduciéndose siempre como hombre honrado y de esos principios morales” (p.113).   

       Entonces estimados amigos, allí tenemos ese retrato verbal sobre Zamora, y si en todo caso hubiese sido lo contrario a lo que he citado, ¿Cómo es que los restos de Zamora fueron llevados al Panteón Nacional en el año 1872?

     Zamora fue y es todavía pueblo en esencia, vuelvo con palabras de Villanueva:

“Seguíanle las multitudes como a un libertador. Muchos de sus oficiales eran agricultores, acostumbrados a la vida sencilla y honesta de los hombres de campo, esforzados montañeses, que le acompañaban , fanatizados con las ideas nuevas y que llegaron a amarle con frenesí. Eran ellos quienes le enseñaban caminos secretos en los bosques, y pasos difíciles en los torrentes; quienes le ocultaban en lo más espeso de los montes, cuando tenía que huir con solo Dos o Tres compañeros; y le daban que comer y le avisaban los movimientos de los enemigos.”  (p. 113)

     Agrega el autor un párrafo donde destaca el papel de las mujeres y su vinculación con Zamora en aquel memorable tiempo:

“Las mujeres, sensibles en todo el mundo a las grandes pasiones populares; atraídas a los peligros de aquella época, por la suerte de sus hijos y maridos, salían voluntariamente de las selvas y atravesaban grandes distancia para llevar a Zamora bastimentos y pertrechos.”

      En definitiva Compatriotas, y con esto voy concluyendo, aquella frase “Tierra y Hombres Libres, Horror a la Oligarquía”, no fue una mera palabrería discursiva, fue, repito, esencia de pueblo que se reflejó en el ideario y praxis zamorana, por lo cual “los negros esclavos se le incorporaban con espontaneidad, armados de tercerolas, fusiles y carabinas.”, fue por eso que a Zamora: “Le sobraban correos y espías. Y es un hecho histórico que los pueblos no entran nunca en aventuras criminales” (p.113)    

No hay duda que “El valiente ciudadano, General Ezequiel Zamora, encarna la conciencia igualitaria y niveladora del pueblo venezolano, alzado contra los últimos privilegios oligárquicos y dispuesto a cumplir de modo radical aquellas consignas sociales que se pretirieron y retardaron desde la independencia.”(M.P.S.)

¡Viva Ezequiel Zamora, Viva Venezuela, Viva El Apure Infinito…!
He Concluido, Muchas gracias.
Licdo. Oscar Adolfo Alvarado. Vice – Presidente del Consejo Legislativo del Estado Apure. Coordinador Estadal de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio. Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca. Coordinador General de la Comisión Regional para la Divulgación Histórica.