Desiderátum Apureño.
Por: Oscar Adolfo Alvarado.
Otra vez la población de nuestro país supera varios días en un
ambiente de expectación e intranquilidad, por estar pendientes de los
anuncios que expresan los Dos sectores mayoritarios de la actividad
política nacional. De un lado los dirigentes de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD), asumiendo una actitud aterrorizante y sepulturera
(que no cambia), divulgaba por diversos medios de información la marcha
de protesta contra el Gobierno, que según los más furibundos de ellos
sería: ¡la Batalla Final…! Para tal fin contaban con toda una inmensa
plataforma mediática, nacional e internacional, donde las redes sociales
ocuparon un importante espacio, no tanto para convencer o invitar a sus
seguidores, sino más bien para estimular los grupos violentos e inducir
el temor, el desasosiego y la zozobra entre la ciudadanía.
Por la otra parte quienes militamos agrupados en el Gran Polo
Patriótico Simón Bolívar (GPPSB), estando conscientes que enfrentamos en
el presente una coyuntura de dificultades económicas promovidas por el
poder imperial, situación ésta que necesitamos superar para el bienestar
de la ciudadanía; valoramos entonces los esfuerzos del Gobierno –en
todos sus niveles- activando diversos mecanismos resolutivos, aunque
algunos de ellos se han tenido que reformular porque los factores
desestabilizadores los anulan y hasta hacen fracasar. Sin embargo, como
ya conocemos el talante violento de la ultraderecha, estamos obligados a
estar pendientes que no vuelvan a sucedernos episodios violentos como
el de Abril del año 2002, Diciembre del mismo año y las guarimbas
subsiguientes, que ocasionaron bastantes crímenes. A tal fin hemos
activado con mayor pertinencia la movilización de nuestra militancia
para levantar las banderas de la concordia, la tolerancia y la
coexistencia pacífica entre todos; también para demostrar que somos
muchos más y que no abandonamos ni renunciaremos a nuestro empeño de
vivir en Democracia y en Paz, en consecuencia hicimos los esfuerzos y
logramos disuadir a los fanáticos de las organizaciones más
reaccionarias, quienes realmente son una minoría entre la oposición pero
desgraciadamente imponen su agenda anarquista y violenta sobre la
mayoría de la MUD.
Ahora bien, así como hubo la expectativa del día primero de
Septiembre con la marcha de oposición en la ciudad capital de la
República, la cual afortunadamente se desarrolló en paz, pues los pocos
grupos periféricos que actuaron violentamente fueron controlados con
prontitud. Se pudo superar la tensión porque en los últimos días de
Agosto fueron develado planes violentos y capturados algunos
individuos, vinculados a organizaciones partidistas de oposición, con
armas de guerra y materiales explosivos, lo que demostró la actitud
anarquista de esos grupos en su conjunto, aunque otros dirigentes
insistían en asegurar que sus planes eran totalmente pacíficos… pero
como esos mismos actores en el pasado alegaban similares argumentos que
resultaron falsos, además había tantas características parecidas con
episodios nefastos, entonces el refranero popular nos advertía que: “Al
que lo mordió Macagua, al ver un bejuco le para el pelo”. En
consecuencia al gobierno para mantener el orden no le quedó otra
alternativa que actuar con las medidas legales necesarias, incluso
extremas, para responder y actuar de acuerdo a las circunstancias que
pudieran surgir según los precedentes y personajes suficientemente ya
conocidos… Cosa que resultó muy efectiva para la tranquilidad ciudadana.
Desde el Gran Polo Patriótico, no podíamos ignorar que los casos de
Zelaya en Honduras y Lugo en Paraguay, todavía se respiran en el
ambiente latino; además que los intentos contra Rafael Correa en Ecuador
y Evo Morales en Bolivia, son una amenaza latente que junto con el caso
de Venezuela, son alimentados y alentados desde Estados Unidos y Europa
con la finalidad expresa de materializar el golpe de Estado, al igual
que lo acaban de lograr este último día de Agosto 2016 contra Dilma
Rouseff en Brasil. Al expresar estas inquietudes seguramente desde la
oposición pueden señalarnos de exagerados y pretender ellos que los
venezolanos seamos incautos, pero como “del dicho al hecho existe
bastante trecho”, tendríamos que citarles una frase del poeta alemán
Bertolt Brecht, quien aseguraba: “El que no conoce la verdad es
simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese
es un criminal!”
Particularmente quienes actúan y forman parte dentro la agenda de
violencia para derrocar al Gobierno y asumir el poder político, podrán
argumentar falsamente el pacifismo y reclamar contra las actuaciones de
las autoridades, sin embargo, la inmensa mayoría del pueblo venezolano,
en todos los sectores de opinión, sean de derecha, centro, izquierda o
independientes, no desean en lo absoluto otros episodios de terrorismo y
crímenes; la generalidad lo que anhela es resolver las carencias y las
dificultades, cosa que sólo es posible lograr mediante la activación
general del pueblo con los instrumentos que ofrecen las leyes y la
democracia, siempre y cuando haya paz y tranquilidad que permita la
libre confrontación de las ideas y la discusión sensata entre contrarios
respetuosos de las normas existentes.
Es indudable que aquellos grupos animados por la violencia no
aspiran a otra cosa más que conducir a los demás hacia la guerra y para
ello seguirán intentando otros métodos, pero también estamos convencidos
que con organización y el pueblo movilizado prevalecerá la paz que
desean las mayorías, además con ello revalorizamos la expresión de Simón
Bolívar cuando en medio de la guerra de independencia anhelaba
finalizarla diciendo: “De la paz se debe esperar todo, de la guerra nada
más que desastre.” Incluso por si alguien desprecia las frases
bolivarianas también podemos rescatar la de un presidente
norteamericano, John Fitzgerald Kennedy (por cierto asesinado) quien
afirmaba: “El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si
no, la guerra establecerá un final para la humanidad.”
En fin, quienes están interesados en que nuestros pueblos de
Latinoamérica retrocedan en sus conquistas y retornen al
neocolonialismo, para entonces ellos volver a usufructuar los inmensos
recursos naturales que aquí existen (a la vez que también explotarían y
degradarían al ser humano), van a seguir atizando una guerra civil en
Venezuela porque con su sofisticado arsenal militar pueden destruir
masivamente y apoderarse de lo que con mecanismos diplomáticos amañados
(verbigracia OEA) no han podido obtener. Dependerá de nosotros todos la
permanencia de la democracia y la paz, por lo cual no está de más
mantenerse alerta y movilizados permanentemente, aunque… ¡al ver un
bejuco se le pare el pelo!
(Santa Rosa, Biruaca, 02/09/2016)
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